Capítulo dieciséis.
Al atardecer, Roc ayudó a Sikandar a llenar tres bolsas con arena. Ataron los sacos de arena a los camellos para que no se alejaran durante la noche. Las ataduras eran lo suficientemente largas para permitir a los animales llegar al agua del estanque.
Sikandar apuntó a algunas hojas de palmera colgantes, y luego a los camellos.
—Hola, Mónica, —dijo Roc. —¿Qué quiere hacer con las hojas?
Mónica señaló los árboles, y luego se encogió de hombros de manera cuestionable.
Sikandar hizo un movimiento de comer.
—Creo que quiere dárselos de comer a los camellos.
—Oh, —dijo Roc. —Puedo hacerlo.
Sikandar caminó alrededor del estanque, recogiendo estiércol seco de camello.
Mónica le ayudó. —Casi tengo miedo de preguntar qué vamos a hacer con esto.
Dijo unas palabras y señ
