Capítulo catorce.
Yamina, que Adora pronto descubrió que era el nombre de la mujer con el bebé, sorbió su té mientras los dos se sentaban en la arena junto al agua.
El bebé hizo fácil aprender algunas palabras de comunicación.
Adora colocó una manta en la arena para el bebé. La niña jugó con un dinosaurio de madera tallado con una pequeña campana de latón en una cadena alrededor de su cuello.
—¿De dónde sacaste esto? Adora sostuvo al dinosaurio. —Parece muy viejo.
Aunque Yamina no entendió las palabras de Adora, debe haber entendido lo esencial de su pregunta.
Tomó el dinosaurio, cavó un agujero junto a la manta, colocó la talla de madera en él, y lo cubrió. Luego fingió descubrirlo enterrado en la arena. Se deshizo de la arena y se la devolvió a Adora.
—Fascinante. Adora le dio el
