Strip-poker

428 Words
—¿Erin?¿Erin?—empecé a ponerme nerviosa al no encontrar a mi amiga. Tiró de mí para entrar en la cocina, así escapamos del agobiante pasillo plagado de gente. —Estoy aquí.— reí al ver que estaba justo a mi lado. Hay que admitir que después de que nos ofrecieran esa primera copa, tomamos otra, y después otra, y luego otra, etc.—Mira, es Mike.— Erin llevaba enamorada de Mike desde siempre, pero nunca se atrevía a decirle nada, un crush de manual.—Voy a saludarle.— levanté los pulgares y la dejé un poco de privacidad con Mike, atravesando el pasillo para llegar al salón. Hacía muchísimo calor, no exagero, aquello era una sauna infernal. Obviamente, ya me había quitado el gorro y el abrigo, pero también tuve que quitarme la sudadera quedando solo con la camiseta interior. —Entrenadora.— aunque estaba algo despistada, comprendí que London se refería a mí.—¿Juegas? —¿A qué estáis jugando?— pregunté sentándome con él, otros dos chicos y una chica. —Strip poker.— contestó con una sonrisa socarrona. —Yo...— como todos los juegos con estrategia, el poker se me daba muy bien. Pero en el casi imposible caso de perder...— Claro que juego.— el alcohol contestó por mí. —Genial.— barajó las cartas de tal forma que se notaba que ya había hecho esto antes.— Por cierto, los accesorios no cuentan.— tragué saliva deseando no haberme quitado la sudadera. La otra chica repartió cinco cartas a cada uno. Miré las mías, tenía escalera de color, era una victoria asegurada. Fingí estar insegura, mordiéndome las uñas y desviando la mirada hacia los lados. Los otros tres participantes se retiraron, solo quedábamos London y yo. —Te doy una última oportunidad para retirarte.— advirtió mordiendo su labio inferior.—No quiero sentirme culpable. —No tendrás porqué.— enseñé las cartas orgullosa. Él hizo lo mismo y descubrí con horror su escalera real, del diez al as de corazones.—He... perdido.— lo imposible resultó ser solo muy improbable. Intenté no pensarlo demasiado y me quité la camiseta, me sentía más avergonzada por haber perdido que por otra cosa. Él sonrió y estiró el brazo para recoger mi camiseta, sin embargo, vi algo en la manga de su chaqueta, eran cartas.—Has hecho trampas.— volví a vestirme, tampoco sentó bien al resto de jugadores. —Sé cómo solucionar esto.—la chica sentada a mi lado sonreía malévola.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD