¿London o Hudson?
291 Words
—Ya estoy aquí.— abrí la puerta y le encontré allí. Era justo lo que podía esperar de él cuando le dije que estaba sola en casa.
—¿Y ese helado?—me refería a la enorme tarrina de helado de oreo que traía.
—Tengo tres hermanas, sé cómo hacer para que dejen de llorar.— respondió con una sonrisa.
—¿Cómo sabías que había llorado?— ni siquiera le había llamado, era imposible que me lo hubiese notado.
—Te conozco más de lo que crees.—se quedó muy muy cerca, podía sentir su respiración, se había vuelto terriblemente íntimo.— Y me encantaría conocerte aún más profundamente.
Verle desde arriba, sonriendo dulcemente, hablándome directamente desde el corazón...
Hizo que me ahogase con mi propia saliva y comenzase a toser a solo unos centímetros de distancia de su boca.
¿Me estaba saboteando a mí misma? Me alejé rápidamente para terminar de toser acurrucada en el sillón.
—¿Estás bien?—asentí, no quería entrar en detalles.— Nora, tú no quieres que esté aquí.
—Yo... sí que quiero...—hice un esfuerzo por acariciar su pelo.
—No, solo estás triste.— tomó mi mano y la besó con delicadeza.— Me gustas demasiado como para hacer esto.
—¿A qué te refieres?— luchaba contra las lágrimas a punto de salir.
—Aprovechar mientras estás así, por supuesto que quiero follar contigo, pero no ahora.— se sentó a mi lado.—¿No tienes alguna amiga que te seque las lágrimas?
—Todos están ocupados.— después de aquello ya no pude frenar las lágrimas e inundaron mis mejillas.
—Yo no.— suspiró mientras me daba un pañuelo.
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