Del otro lado del charco

1373 Words
Del otro lado del charco De vuelta es de noche, en Europa los licántropos de ese lado del mundo cambian a lobo otros a bestias y otros tantos se quedan como humanos estos últimos para guiar a los jóvenes o recién nacidos, en América aun es de día y en la hacienda de Jonathan el día va normal, unos trabajando las tierras de cultivo otros con el ganado vacuno, bovino y otros tantos con los equinos entre ellos se encontraba Elián viendo como domaban a un precioso azabache, el animal tiro a varios vaqueros entre risas y risa el reto era domar a ese joven caballo que ya no era un potro, el rey atento solo hacia muecas de dolor cuando caían la suelo, una botella de vidrio café oscuro se coloca delante de él cual magia, la toma y ve quien se la da, le sorprendió que fuera Nereida. _Gracias, hace un poco de calor aquí. _¿Cómo van? _Esa bestia es fenomenal no se ha dejado domar. _¿Por estas tan serio? _- Señala el corral- _ Trato de poner atención a lo que hacen. _Sígueme. - el mayor da un trago a su cerveza- _ ¿Qué vas a hacer con tu esposa y tus hermanos? _ Querrás decir “mi hermano” - de tiene el paso se cruza de brazos- _ Tu orgullo va a permitir que dejes el título de princesa y todos sus beneficios. _Es pregunta o afirmación. _Tómalo como sea. Tú has roto el lazo una vez, igual yo, Darío te lo ha roto dos veces, Secundina a mi igual. _No sabía que estábamos en iguales condiciones – no dice nada, pero está demasiado dolida casi al punto del llanto- _Te propongo dos cosas, una: mantener la cabeza fría creo que a los dos nos tocó cargar con dramáticos Darío y Secundina son tal para a cuál y segundo: esta noche vamos a ir tú y yo a cazar. _ - Elián puede ver el dolor en sus ojos- _ B...bueno, aunque solo he cazado con Darío. _ Imagina que soy el cabeza hueca de mi hermano, no, olvídalo, no imagines eso, soy más alto y más guapo que tu marido. _¿Qué? ¿Tú más guapo? ¡Jajajaja! _ – Ella se limpia las lágrimas Elián finge que no las ve- _ ¿Qué te pasa? Soy guapo, le voy a pedir a Jano que cuide de los niños. Cuando se llega la noche en América el mayor va a la habitación de su cuñada llama a la puerta, la rubia abre, pero no le da el pase asoma la cabeza. _Cambia para poder irnos - él cierra la puerta, no la abre hasta que ella aúlla despacio- _Te ves bien, anda afuera cambio yo. Dicho y hecho estando fuera cambia a lobo, siendo él el guía salen a toda velocidad, desde el techo de la hacienda Jonathan y Jano los ven partir. Los dos corren y aúllan hasta que el cansancio les llega, cambia a hombre, ella a mujer quedando espalda con espalda, cruzan un par de palabras, es ella quien riendo a carcajadas sale corriendo a toda prisa, él le da ventaja de un minuto se le dibuja una sonrisa burlona y en pocos minutos le da alcance, se burla de ella cuando la pasa e incluso le saca la lengua llegan a lo alto de una montaña allá arriba él se deja caer viendo el cielo nocturno, ella lo imita quedando ambas cabezas encontradas. _¿Mejor? - aun sin poder calmar la respiración- _- Ella asiente- _ Creí que veníamos a cazar. _Si quieres. Te saque de casa para que llores sin sentir vergüenza. _ ¿Cómo lo supiste? Casi no hemos convividos. _Lo sé, pero tu marido desde el día que te conoció me hablaba de ti cada que lo veía, desde que te conocí te he puesta atención, eres orgullosa no dejas que nadie te vea doblarte, sé que lloras únicamente en presencia de Darío, sé que lo amas mucho a tu manera, pero lo amas, ahora dime la verdad tu orgullo te va a separar de mi hermano – no hay respuesta, el silencio poco a poco se va llenando con el llanto de la rubia, atientas el mayor busca la mano de su cuñada da con ella los dedos se entrelazan- _¿Y si no me acepta de regreso? _Ambos corremos el riesgo de ser rechazado, pero ambos vamos a poder decir “lo intente”. _Tengo miedo de que tu hermano me rechace. _Nereida...muero de miedo que mi esposa me diga que no ¿Qué voy a hacer sin ella? _Me voy a volver loca sin Darío. _En ese caso nos haremos compañía dolerá menos, y en cien años si no pasa nada nos estaremos riendo de esta situación. _Prometes cuidar de mí. _- Elián se rueda hasta quedar a la altura de ella se levanta lo justo, apoya el codo derecho coloca su cara en su mano, con la mano contraria retira unos cabellos traviesos del rostro de Nereida – _ Te doy mi palabra, Nereida Licaón, voy a cuidar de ti. _Gracias. No te había puesto atención - es ella quién pasa sus dedos por los cabellos negros de Elián- _Se clara mujer. _ Si te pareces a tu hermano, eres tan guapo como él, pero Ciro no se parece mucho, si tienen ciertos ademanes, pero del físico Darío y tú son más parecidos. _Según nuestro abuelo, Ciro se parece más a nuestra madre, para ser francos no la recuerdo. - se sienta dando la espalda, ella lo imita recargando su espalda en él- _ Vas a estar bien, veras que sí. _Confió en que sí... ¿La extrañas? Son las noches de luna, su méne... _Si, mucho. Se lleva las manos a su cabeza sacudiendo el polvo de ella- _ Soy quien la calma, realmente amo como es conmigo, tan apasionada, me costó mucho que se dejara soltar. _No es segura de ella. _Nereida a ti te han dicho bella toda tu vida, imagina que de la nada te digan “fea”. _Sería algo que no crearía. _Lo mismo le pasa a ella tantos años ser llamada fea, llego a decir todo lo contrario. _Perdón por tratarla mal, es buena persona, pero merecías a una mejor a tu lado. _Supongo que alguien como tú. _Obvio, provengo de buena familia, siempre he sido cazadora, soy excelente peleando, soy bonita, culta. _Una tú para mí. Elora era todo lo que has dicho, si no la hubieran asesinado fuera feliz con ella y no estaría conteniendo mis ganas de ir por ella, acudir a su méne ¿Quién la va a calmar? _ ¡Ja! ¿Y quién me calma a mí? _ ¿A ti? _ Pero no me ha llegado tu aroma, supuse que estabas tan enojada que no te daba tiempo de dejarlo salir. Hace días paso el de Jano. _Supongo que no lo percibes porque ya no somos familia, ya no es tu obligación cuidar de mí. _Tranquila ¿sí? - se levanta le ofrece la mano para ayudarla a ponerse de pie ya parados la abraza- _ Cuando esto termine mi hermano acudirá a ti, me voy a encargar de eso, así lo tenga que llevarlo a arrastras a tu cama, regresemos a casa. Por unos instantes la mirada de ambos se cruza tornándose amarilla él le da la orden de cambiar ella obedece camina cuesta abajo a los minutos la alcanza él caminado tranquilo la pasa de vez en vez voltea para saber si va detrás de él. El sol sale Jonathan ya de pie iniciando la vida cotidiana de la hacienda, ve llegar a los dos, le abre la puerta a Nereida, Elián se queda a un lado de su anfitrión cambia a hombres, cruzan un par de palabras, manda llamar a Jano, habla con ella, Jon –Jon acepta su cuñada también, dicho eso cambia a lobo a pasa moderado emprende su camino. _¿Dónde está Elián? - ya Nereida aseada y vestida- _Se fue a buscar a Secundina. Nos toca esperar hermana. _Si, claro cuidaremos de los niños.
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