capitulo 17

1119 Words
La tensión en la sala era palpable. Valeria se acercó un poco más, su mirada fija en mí. _“Sabes, Clara, a veces la curiosidad puede ser peligrosa. Y hay personas que no dudarían en deshacerse de quien les estorbe,”_ dijo, su voz suave pero cargada de amenaza. Sentí que el sudor comenzaba a recorrer mi frente. Sin embargo, no podía dejar que el miedo me dominara. _“Solo quiero entender tu visión, Valeria. ¿Cuál es realmente el objetivo de este proyecto?”_ pregunté, intentando mantener la calma. Ella se detuvo un momento, como si sopechara mi pregunta. _“Este proyecto no es solo sobre ayudar a la comunidad. Es un medio para obtener poder y controlar lo que sucede aquí,”_ respondió, su voz ahora más baja, casi conspirativa. Mientras hablaba, podía sentir que mi teléfono seguía grabando. Sabía que esas palabras podían ser la clave para desenmascararla. Pero en ese momento, la puerta se abrió de golpe, y entró el policía, acompañado de varios oficiales más. _“¡Valeria, queda arrestada!”_ ordenó el oficial, y mi corazón se aceleró al ver que la situación tomaba un giro inesperado. Valeria se quedó paralizada, su rostro se tornó pálido. _“¿Qué significa esto?”_ preguntó, su voz temblando. _“Sabemos que has estado involucrada en actividades ilegales. Clara, ven aquí,”_ dijo el oficial, señalándome. Me acerqué, sintiendo una mezcla de alivio y temor. _“Yo… solo estaba tratando de entender su proyecto,”_ balbuceé, pero el oficial me interrumpió. _“No te preocupes, Clara. Hemos revisado las grabaciones y tenemos pruebas que demuestran tu inocencia. Las declaraciones de Valeria la incriminan gravemente,”_ dijo, y sentí que una carga se levantaba de mis hombros. _“¿Qué? ¿Cómo?”_ preguntó Valeria, su voz ahora llena de pánico. _“Tu propia arrogancia te llevó a hablar demasiado. Las grabaciones que Clara tomó son suficientes para demostrar tu conexión con grupos criminales,”_ explicó el oficial, y la mirada de Valeria se oscureció. _“Esto no se quedará así. Tienes idea de con quién estás tratando,”_ dijo ella, su tono desafiante, pero había un matiz de desesperación. Mientras los oficiales la arrestaban, sentí una oleada de triunfo. Había arriesgado mucho, pero al final, la verdad había salido a la luz. _“Clara, ¿estás bien?”_ me preguntó el oficial, su mirada preocupada. _“Sí, gracias. Solo quería ayudar,”_ respondí, sintiendo que la adrenalina comenzaba a desvanecerse. Valeria fue llevada fuera de la sala, gritando amenazas y jurando que se vengaría. Pero en ese momento, no me importaba. Sabía que había hecho lo correcto. Una vez que la situación se calmó, el oficial me miró con una expresión de respeto. _“Has sido muy valiente, Clara. La información que proporcionaste es crucial para que podamos limpiar esta corrupción,”_ dijo. _“Solo quería proteger a mi madre y a la comunidad,”_ respondí, sintiendo que la lucha había valido la pena. Mi madre y Laura llegaron corriendo al lugar. _“¿Estás bien?”_ preguntó mi madre, aliviada al verme. _“Sí, todo salió bien. Valeria está arrestada,”_ dije, y una sonrisa se dibujó en su rostro. _“No puedo creer que hayas logrado esto. Eres increíble,”_ dijo Laura, y sentí que su apoyo me fortalecía. Mientras nos abrazábamos, supe que había dado un paso importante no solo por mí, sino por todos aquellos que Valeria había intentado manipular. La lucha no había terminado, pero habíamos ganado una batalla significativa. Con la verdad finalmente expuesta, comenzamos a planear cómo ayudar a la comunidad a recuperarse y reconstruir lo que Valeria había intentado destruir. Sabía que el camino sería largo, pero estaba lista para enfrentar cualquier desafío que viniera, junto a mi madre y mis amigos. La lucha por la justicia apenas comenzaba. Con Valeria arrestada y las pruebas en manos de la policía, el ambiente en la comunidad comenzó a cambiar. La noticia de su captura se esparció rápidamente, y muchos empezaron a cuestionar su liderazgo y las actividades que había estado llevando a cabo. _“Clara, tenemos que reunir a la comunidad y hablar sobre lo que ha pasado. La gente necesita saber la verdad,”_ propuso Laura, su mirada llena de determinación. _“Tienes razón. No podemos dejar que el miedo persista. Debemos asegurarnos de que todos estén informados y unidos,”_ respondí, sintiendo que la responsabilidad caía sobre mis hombros. Comenzamos a organizar una reunión comunitaria. Reservamos el centro comunitario y comenzamos a hacer volantes para invitar a todos. La idea era clara: necesitábamos crear un espacio seguro donde la gente pudiera expresar sus preocupaciones y encontrar apoyo. El día de la reunión, el lugar estaba lleno. Había caras conocidas y algunas nuevas, todos con un aire de incertidumbre. Al ver a tantas personas reunidas, me sentí abrumada, pero sabía que debía hablar. _“Gracias a todos por venir. Sé que estos últimos días han sido difíciles, pero tenemos que enfrentar la realidad de lo que ocurrió,”_ comencé, sintiendo el peso de sus miradas. _“Valeria ha sido arrestada por sus actividades ilegales y manipulatorias. Pero ahora, más que nunca, necesitamos unirnos como comunidad,”_ continué, notando cómo algunos murmullos de incredulidad comenzaron a surgir. Laura se unió a mí en el escenario, y juntos compartimos detalles sobre cómo habíamos descubierto la verdad y la importancia de la colaboración. _“No podemos permitir que el miedo nos divida. Necesitamos ser transparentes y apoyarnos mutuamente,”_ dijo ella, su voz firme. Mientras hablábamos, noté que algunas personas comenzaban a abrirse. Compartieron sus propias experiencias con Valeria y cómo sus acciones habían afectado sus vidas. La atmósfera cambió de desconfianza a solidaridad. _“¿Qué podemos hacer para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder?”_ preguntó un anciano de la comunidad. _“Podemos establecer un grupo de vigilancia comunitaria y crear un sistema de comunicación para alertarnos sobre cualquier actividad sospechosa,”_ sugerí, y la idea fue recibida con entusiasmo. Finalmente, después de varias horas de discusión, decidimos formar un comité comunitario. Nuestro objetivo sería trabajar juntos para reconstruir la confianza y asegurarnos de que todos se sintieran seguros. Al salir del centro comunitario, sentí una mezcla de alivio y esperanza. Había sido un proceso difícil, pero la comunidad estaba lista para avanzar. _“Clara, hiciste un gran trabajo hoy,”_ dijo mi madre, abrazándome.
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