Simone miró a Arnold y éste se alzó de hombros, y ella dijo: — ¿Te das cuenta, de todas las vueltas que diste para ir a enamorarte del hombre que huiste, para evitar el matrimonio por negocios?— dijo Simone meneando su cabeza de un lado a otro. — ¿Estás diciendo que Alexander O'Sullivan es el hombre con quien buscabas formar una alianza comercial?— preguntó Samantha con curiosidad. — Así es Señorita terquedad— dijo Simone— y ahora eres madre soltera y con un hijo que es de él, me imagino que no deseas estar con él, porque de burló de tu amor. — Supones bien mamá— dijo Samantha— no quiero que se me acerque. — Ahora entiendo porque estás metiendo a Reginald en tu cama— dijo su madre— ese muchacho es un pobre diablo, nada digno de ser tu marido, mucho menos el padre de mi nieto. —

