Capítulo 12. Sorpresa. Pov Amalia —¿Lista? —dice tomando mi mano. —Sí, vamos —digo sintiendo la conexión más increíble que he podido sentir. Salimos adentrándonos en el ascensor. Al llegar a la recepción, todos nos miran y él solo camina junto a mí, sin importar que todos nos vean. Me ayuda a subir al coche donde yo me acomodo y él sube pocos segundos después. El chofer nos lleva a un restaurante donde estaciona y él baja ayudándome a bajar. Caminamos mientras él me sostiene de las caderas; adentrándonos al lugar, un mesero nos lleva a nuestra mesa donde un anciano nos esperaba. — Buenos días, joven Ferrer, tengo tiempo esperando su llegada; por poco y no me encuentra. —Dice —miran a Lucas. —Lo lamento, señor Castillo, tuvimos un percance —le presentó a mi esposa Amalia Roberts.

