Capítulo 16. Cita médica. —No hice nada —digo, enojada de saber que ella pudo besarlo. —¿Acaso estás molesta conmigo? —Solo dame un poco de espacio, por favor. —Mi pecho arde y no puedo controlar las ganas de volver y dejar sin cabello a la rubia. Puedo verlo sonreír hasta que una llamada de Mateo borra la sonrisa de sus labios. —Hola, Mateo, ¿cómo estás? —Bien, hermosa, te llamo para confirmar la cena de esta noche. —Lo lamento, ¿podríamos vernos en otra ocasión? —Entiendo, bien, te llamaré mañana de nuevo y confirmaré nuestra cena. —Está bien, envíame la dirección del lugar, yo estaré ahí. —Hasta entonces, hermosa. —Feliz tarde, Mateo. —Su rostro cambió de juguetón a serio. El silencio se apoderó del momento. Observando el camino de vuelta al hotel, al llegar bu

