¿Lograste hablar con él?

1292 Words
Capítulo 5 ¿Lograste hablar con él? Y es que, después de ver cómo me recuperé de la lesión que me dejaría en estado vegetativo, está convencida de que solo siguiendo sus instrucciones mi recuperación será más rápida y exitosa. Para ir lo más pronto posible a rescatar a mi princesa de las garras de Ramiro que se ha convertido en el enemigo público número uno; aunque… yo también lo odié profundamente cuando supe que se la llevó del país, prefiero que el la haya encontrado y la esté cuidando como un tesoro, yo definitivamente les fallé esta vez a mi princesa y mi bebé… debo admitir que me tranquiliza que el haya podido rescatarla antes de esa maldita explosión. Además de los nutricionistas, en la casa viven dos fisioterapeutas, los escoltas y el pequeño Juan. Reginaldo se convirtió en el Capo interino, Marcus atiende mis empresas desde aquí, Delfino se encargó del grupo Gruber ya que Rómulo se encuentra en una clínica de rehabilitación con una pierna amputada y la otra intentando recuperar su movilidad… esta vez, es el pequeño Juan quien se mantiene firmemente a mi lado. “¡buenos días guapo! Sin duda alguna, hoy te veo más enérgico que ayer…” Me saludó Sandra, una de las fisioterapeutas contratadas por Marcus sacándome de mis pensamientos, ella es la razón por la que debo asegurar la puerta de mi dormitorio antes de dormir, no se qué pudo haber visto nana hace algunos días; pero le prohibió acercarse a mi fuera de los horarios de las terapias. estar del lado bueno de esta mujer, es como tener una madre extremadamente fuerte y poderosa cuidándote y respaldándote en todo momento. Además, es muy parecida a un general, no te permite deprimirte, no se te permite decaer y no se le permite a nadie con intenciones dudosas acercarse demasiado… Nana es maravillosa, he notado que ha sido extremadamente cuidadosa con el pequeño Juan desde que estamos aquí, el no poder recuperar a Samantha lo ha tenido cada vez más deprimido, pero nana lo ha sacado lentamente de la depresión, como si sacara a su propio hijo del mal camino… antes comprendía el amor de Samantha por esta mujer, ya sabía que era un ser maravilloso: pero ahora; al verla tan protectora con todos, únicamente porque sabe que amamos a su amada niña, no paro de preguntarme ¿Cómo Rodrigo fue capaz de torcerse en el camino? ¿Quién necesita una basura biológica como Angelica cuando te han protegido tan cuidadosamente como hace esta mujer? Ahora todos aman a Nana, cuando antes le tenían miedo… Mientras Sandra se acerca al área de las sillas con su maletín, salí de la piscina y nana fue a cambiarme la toalla por el albornoz; hoy siento que puedo prescindir de las terapeutas porque al igual que antes, pude nadar dos horas sin parar y sin sentir dolor; además, su descaro hace que nana se ponga agresiva y a mí me hace sentir cada vez más incómodo. Al ver la mirada de Sandra sobre la espalda de la mujer mayor supe de inmediato que esta mujer me puede traer un gran problema en el futuro cercano si no la alejo. Como si los cielos me hubieran escuchado, cuando Sandra se estaba preparando para intentar masajearme las piernas, Nana veía de regreso con mi albornoz en la mano, una sonrisa en su rostro y corriendo a una velocidad realmente preocupante, no sé cómo demonios se lo podría explicar a mi esposa si esta señora se me cae y se lesiona. Obviamente delante del personal nuevo tuve que cambiar mi nombre, para ellos soy el señor Pedroza. Por lo que Nana gritó eufóricamente desde las escaleras… “Señor Pedroza, es hora de salir de la piscina… vamos a prepararnos para ir juntos a buscar a su señora…” La escuché, pero me pareció que escuché mal… cuando quise mirarla para ver si me estaba tomando como un inocente a quien puede engañar a su antojo, Sandra agarró con fuerza mi muñeca y me miró con los ojos entrecerrados “Leonardo Pedroza ¿de verdad estas casado?” No pude evitar poner mis ojos en blanco ante semejante pregunta tan estúpida y su tonito celoso ¿Qué demonios le ocurre hoy a esta mujer? Inmediatamente retiré mi muñeca de su agarre y levanté mi mano izquierda para mostrarle el anillo de compromiso… La mujer intentó decir algo más; pero, aterrorizada por Nana que ya estaba de pie junto a mí ayudándome a colocar el albornoz, se quedó callada. Después de ayudarme a vestir y secar mi cabello con la toalla como si fuera un niño, se dirigió a Sandra, en un tono poco amigable le dijo “En veinte minutos llega el vehículo que trasladará a todo el personal a las oficinas administrativas del grupo Gruber en la ciudad de Caracas, donde serán reubicados de sus puestos de trabajo, le sugiero que se apresure a arreglar sus cosas y no lo pierda; porque no hay manera de salir de este lugar por su cuenta.” Sin darle una mirada más, me arrastró directamente hacia el interior de la casa donde el desorden de empleados caminando con prisa en todas las direcciones me hizo fruncir el ceño… ¿Por qué demonios está ocurriendo de todo en mi casa y al parecer soy el último en enterarme?, pero no me atrevo a abrir la boca para manifestar mi insatisfacción con esta situación; no quiero arruinar este extraño buen humor de nana. Finalmente, entre los sollozos del personal y el mal humor de Juan que les explicaba a todos que serán reubicados hasta nuevo aviso, y no despedidos. llegamos al estudio y la mujer mayor que ni siquiera sudó en todo el camino cerró la puerta, me sonrió dulcemente y encendió la tv para comunicarnos por videollamada con Reginaldo, al verla marcar ese número familiar, supe que hace un rato en realidad no escuché mal. “Nana Gisella” Saludo Reginaldo suavemente al ver a la mujer frente a la cámara, luego preguntó “¿lograste hablar con él?” Mientras el preguntaba, la mujer terminó de enfocar la cámara en mi dirección y la seriedad con la que hablaba Reginaldo de pronto fue reemplazada por su risita complaciente… no pude evitar poner los ojos en blanco. No quería esperar para saber lo que tenía que decirme, por un momento sentí que mi corazón podía salir de mi pecho. “aquí esta Mariano, ahora sí, dinos todo lo que sabes de mi niña por favor” Nana habló seriamente mientras Reginaldo me veía, intentando robarme alguna emoción… ¿Cómo no va a saber ese imbécil que estoy por morir de una arritmia cardiaca? Como era de esperar, la curiosidad mato al gato y también hizo hablar a mi amigo “jefe, no seas tan duro contigo mismo, no hay necesidad de ocultar tus emociones de nosotros, en realidad te llamé porque quería darte la noticia de que te compré un regalito; pero, me desmotiva que ni si quiera puedo ver una sonrisa en tu rostro” “Estas queriendo decir que, ¿todo el drama de los empleados enviados a trabajar a otros lugares y nana corriendo como una gallina sin rumbo por toda la casa se debe a que quieres ser generoso?” Le respondí levantando una ceja, pero la sonrisa de Reginaldo fue más amplia en este momento. “bueno, supongo entonces que debería pedirle que regresen a los medios de transporte discretos que envíe para traerte… erróneamente pensé que sería de tu agrado saber que ahora eres vecino del desquiciado de Ramiro, y que te gustaría venir a terminar tus terapias en esta tranquila finca al sur de Cali”
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