Capítulo 112
Cometí un error gravísimo
¡Maldición, Maldición, Maldición!
¡Esta mierda es imposible! ¡esto no me puede estar pasando precisamente a mí!
Gritaba histérica mientras golpeaba con fuerza la mesa del jardín, juro que puedo morir de un infarto si de verdad este hombre malcriado, problemático y tan poco confiable es mi salvador.
“Juan, ven inmediatamente al jardín de entrenamiento”
Estoy leyendo el correo de Maquin, ya no me cabe ninguna duda de que él es Marcos… ¡Maldita sea!
¡tuvo la osadía de describirme como acosadora, maleducada, problemática y hostil!
¿Por qué me tiene que ocurrir esto? ¡a este hombre le debo la vida y prácticamente lo hice correr con mi mala actitud! ¡Maldición!
Mientras volvía a poner mis manos en puños para seguir descargando mi frustración con l
