No va a suceder mientras yo respire
1096 Words
¡Hola querid@s amig@s!
aquí estamos, de regreso con la historia de nuestros queridos Sammy y Mariano... espero que la encuentren tan interesante como el libro uno y me dejen sus comentarios como de costumbre. un abrazo y besitooooooooos
Capítulo 1
No va a suceder mientras yo respire
En Cali
“¡Ja! Ya deberías saber qué tipo de amabilidad esperar de mí, antes pensaba que eras un tipo muy inteligente y te tenía en muy alta estima; pero, desde que estoy aquí me he dado cuenta de que no eres más que un pobre anciano desesperado… podré ser un estúpido por haberme ofrecido a quedarme para ser tu rehén; únicamente para cuidar del embarazo de Samantha; ¡pero nunca me convertiré en un hipócrita, aunque seas el mismísimo demonio!, tú sabes mejor que nadie como lograste traerla aquí para aislarla del mundo, y también sabes que si ella hubiera tenido otra opción jamás hubiera abandonado a su esposo; pues, todos los que la conocen saben que la señora Quintana siempre ha sido muy feliz con su pareja; además de ser la más protegida por todos en casa y sobre todas las cosas, era una mujer libre.
Si te tomaste la molestia de investigar antes de actuar; deberías saber que el señor Quintana; por más peligros que hubiera a su alrededor, nunca le impidió a su mujer contactar con sus seres queridos… ¿Qué daño podría hacerle esa señora a Samantha? ¿era necesario echarla de esa manera? ¡fue esa mujer quien la crío! tú simplemente pescaste en rio revuelto y pensaste que te habías ganado una hija, te has tomado la libertad de secuestrarla bajo la hipócrita identidad de ser su padre… pero ¿en realidad eres su padre? se sinceró y dime, ¿Cuánto tiempo tienes siendo padre de la señora Quintana? ¿Un año? ¡eso es imposible! Recuerdo que el asistente Juan me habló del día en que se conocieron hace escasamente seis meses ¡son solo seis meses!... además; ¿olvidaste que ese día estuviste a punto de volarla en pedazos? ¿no te da vergüenza usar esa identidad de padre abnegado para mantener secuestrada a una mujer que ya está casada?”
“¡Maldita sea!”
Grité mientras entraba furioso a mi despacho arrastrando y golpeando todo a mi paso, ¡todos los malditos días desde que rechacé a esa vieja loca he tenido que calarme la cantaleta de ese imbécil de Dubois, si no fuera porque este maldito médico es excelente, conoce a la perfección el caso de Samantha y es el único que ha logrado estabilizar la salud de mis nietos, ya le habría clavado un tiro en medio de las cejas por insolente…
¿Quién demonios se cree que es para cuestionar mi forma de cuidar a mi hija?
La discusión con ese imbécil logró que regresara la migraña que había erradicado hace años el médico chino; pero justo ahora; no es momento para misticismos, ni acupuntura… él único heredero del medico que logró curar mis dolores de cabeza es ese imbécil de Reginaldo… y debo decir que lo enseñaron bien; pues su agilidad mental y su habilidad médica salvaron a mi hija de la mano de Lucifer; pero para mí es imposible contactarlo por mi propia salud; y es que, aunque Mariano Quintana, ahora no es más útil que una puta lechuga algo me dice que; si le permito de nuevo la entrada, intentará llevarse a mi Samantha… eso no va a suceder, no mientras yo respire
Tendré que aguantar mi dolor unos días más; aunque no tengo esperanzas con Rodrigo; solo necesito que Sammy salga del periodo crítico con mis nietos; para llevarla a China, esos ancianos siempre han sido muy amables conmigo, estoy seguro que ayudaran a mi hija a recuperarse mejor con sus artes marciales; además; ellos no tienen nada que ver con las amistades de ese gusano hijo adoptado suyo… ¿Quién se iba a imaginar que el único hijo de mi viejo maestro de artes marciales sería el mejor amigo de mi peor enemigo?
“uff”
Realmente siento que me puedo desmayar con este dolor de cabeza y acariciar mis sienes mientras recuerdo la discusión de hace rato con Dubois no me está ayudando…
¡necesito un trago!
Aunque sea solo uno para adormecer este horrible dolor con licor… ¿y que si son las ocho de la mañana? ¿a quién le importa si me emborracho? Solo necesito que mis hijos recuperen la salud para saber que hacer a continuación, estoy cansado de que todos me llamen secuestrador.
¡ja! ¡maldita seas Angelica, ojalá te estes quemando en el infierno! Te escapaste de mis manos demasiado fácil con esa muerte tan estúpida…
Toc, toc, toc
Cuando estaba por servirme un whiskey, escuché que tocaron débilmente la puerta del despacho, no hay otra persona en todo este maldito país que se atreva a interrumpirme en estos momentos
“Maldición Victoria lárgate de aquí ¿Cuántas veces tengo que decirte que no te quiero cerca de mí?”
Grité, intentando no desmayarme del dolor.
No obstante… ¿desde cuándo Vicky escucha mis palabras cuando estoy enojado?, sin importarle que esta vez de verdad la asesine por impertinente, abrió la puerta, y en sus manos traía una bandeja con café
“¿puedes dejar el escándalo? ¿todos se tienen que enterar de que me odias desde que me folle a Reginaldo en tu estudio?”
No pude evitar poner los ojos en blanco ante semejante ridiculez que acaba de salir de su boca… sin embargo, no pienso responderle… siento que en cualquier momento me puedo desmayar del dolor, me palpitan las sienes y mis ojos se oscurecen…
De repente sentí como me arrancó el vaso que seguía vacío de la mano y lo reemplazó con una taza de humeante café, también metió dos píldoras en mi boca, inmediatamente me dijo
“trágate las pastillas y tomate el café, no puedes seguir pensando que eres todo poderoso, tampoco puedes comenzar a beber a esta hora Ramiro Domínguez, ambos sabemos que gozas de buena salud… pero últimamente estas bajo demasiado estrés… te recuerdo que justo ahora estamos en el ojo del huracán y no solo tu nueva familia depende de ti, también la operación y todo por lo que nos hemos esforzado tanto todos estos años.
Además… desde que te conozco siempre has despreciado a quienes beben para escapar de los problemas ¿Qué demonios estás haciendo? ¿crees que te puedes dar el lujo de caer enfermo justo ahora?
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