Hablar sobre las palabras que no conocía era casi como un juego.
"Pero dijiste que no había magia en tu mundo."
No, pero tenemos historias con criaturas mágicas y gente que usa magia. Pero en mi mundo, son solo historias. No es real.
"Hay algo de magia", intervino Allora desde un costado del carro, mientras aseguraba unos paquetes de provisiones que había comprado con las monedas saqueadas. "Pero es muy débil".
"¿En serio?", preguntó Mitchell. La entendía casi a la perfección. Casi dos semanas de inmersión casi total en el idioma, con un horario de estudio riguroso, habían dado resultados. No hablaba ni de cerca con fluidez, pero las conversaciones básicas le salían con más facilidad.
Me llevó muchos días recargar mi reserva de maná una vez agotada. Y aun así, se sentía... escasa.
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