Capítulo 6

842 Words
Cecilia- Mi nombre es Cecilia , tengo 50 años y dos hermosas hijas , María y Laura fruto de mi primer y gran amor, Pedro Furtado a quien conocí en la Universidad. Él era o mejor dicho es cuatro años mayor que yo. Nos conocimos cuando yo comenzaba mi primer año en la universidad ,en Montevideo. El estudiaba derecho y era su tercer año cuando yo inicié la carrera. Realmente no era mi vocación , solo que quería darle el gusto a mis padres. Él era un hombre apuesto alto , de ojos oscuros , muy simpático y divertido. El primer día que nos cruzamos el se me acercó diciendo que se había perdido y buscaba una clase de un tal profesor Mitchel. Yo al ser nueva allí no sabía si era que existía ese profesor o no, hasta que escuché unas risas detrás de mí. Realmente era muy buen actor, tenía sus ojitos de perro triste y el ceño fruncido de preocupación por no encontrar la vendita clase. Cuando ví hacia atrás y noté que había un pequeño grupito riéndose de nosotros me enojé mucho y lo dejé allí plantado dando vuelta mi rostro y caminando muy segura hacia no sé dónde yo no conocía mucho el lugar aún. Él llegó corriendo tras de mi y se disculpó por ser un tonto arrodillándose frente a mí delante de todos, como no lo iba a disculpar si esa escena me dió vergüenza y mucha gracia a la vez. Desde ese día nos veíamos en los pasillos y a la salida de nuestras clases, comenzamos a salir de vez en cuando y pico a poco fuimos enamorándonos. Me casé con el a mis jóvenes 22 años. Yo dejé la carrera ya que no era algo que me gustará tanto, nos me sentía feliz estudiando Derecho, él sin embargo si lo era, él soñaba con ser un gran Abogado y quién sabe algún día llegar a ser Juez. Con mucho esfuerzo compramos nuestra primer casa, tenía varias cosas que mejorar pero era nuestra y allí firmaríamos nuestra familia. María llegó un año después y era la luz de nuestros ojos, la pequeña niña de papá y yo era feliz de solo verlos y tenerlos a mi lado. casi cuatro años después llegó Laura , una pequeña de ojos claros que nos conquistó a los tres apenas abrió sus pequeños ojitos. Yo era muy feliz por tener una familia propia, me dediqué a estar a su lado y ser la mejor madre que podía. Cantaba y bailaba aunque no tuviera ganas , aunque me doliera el cuerpo o el alma cuando mi relación empezó a tener cada vez menos pasión y todo era rutinario, yo no quería que ellas se sintieran tristes nunca, quería crear los mejores recuerdos , esos que quedan para toda la vida y son lindos de recordar. Quería que mis hijas solo vieran lo mejor de mí, siempre. Cuando nuestra relación comenzó a decaer la niñas ya eran casi adolescentes, por lo menos Laura que era la más pequeña. María tenía 14 años más o menos. El amor es como una planta a la que debes regar seguido o se marchitara y eso es lo que nos sucedió, nos olvidamos de alimentar la pasión. Fue entonces cuando conocí a alguien, alguien que me entendía, que pensaba en complacerme en la cama y me enseñó a disfrutar de otra manera mi sexualidad. Alguien más joven y despreocupado por lo material, justo lo que yo necesitaba en ese momento. Fué así, que por más que intente revivir la pasión entre mi esposo y yo, nos divorciamos. Fué duro para las niñas y también para mi, pero creo que fue lo mejor. Hace 2 años más o menos, cometí un gran error, aunque realmente no me arrepiento de la decisión. Me acosté con el novio de mi hija , de mi pequeña Laura, él es un chico muy atractivo y s****l. Me complace totalmente en la cama, obviamente yo sé que él está conmigo por la comodidad que le ofrezco, no trabaja y no le hace falta nada, el solo finge estar totalmente enamorado de mí. No soy tonta aunque el así lo crea. Sigo con él porque me acostumbré a su precencia y el chico es todo un profesional en la cama. Por esa razón Laura ya no me vé como antes, hemos roto un poco o mejor dicho bastante nuestra relación, pero saben que? yo no me arrepiento porque al menos ella no está con alguien que no la merece y no la respeta. Si él fue capaz de engañarla con su propia madre que no sería capaz de hacer con otra mujeres. Yo quiero que mis hijas sean felices y tengan a su lado una persona que realmente se preocupe por ellas , que las ame y les sea fiel siempre , y Rodrigo no lo era. Esté fin de semana será magnífico ya que tendré a las personas más importantes en mi vida reunidas en un solo lugar, mi casa.
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