Las fiestas de los Pieth solían ser eternas y Mily incluso puso a sus hijos a dormir antes de continuar con la fiesta. Damian y Brenda habían regresado a casa aproximadamente a las dos de la mañana. La pareja tomó una ducha mucho más larga y relajante. Damian se llenó de aceite. Y fue directo a la cama, Brenda hizo lo mismo, pero se pasó ropa interior, su novio sonrió cuando la vio salir del baño. Brenda se acerca al borde de la cama y en lugar de ir al opuesto como hace siempre, se cura en la orilla al lado de su novio, Damian la cobija con su manta y pone su mano en su espalda.
—Brenda, sé lo que estás haciendo.
—Estoy literalmente acostándome.
—Sí, en mi lado de la cama. —Dice y la sube a su pecho, la joven sonríe y le llena de besos.
—¿No hay concesiones?
—No. —Brenda le da u
