Los ojos de Cedric inevitablemente viajaron desde los documentos en sus manos, hacia su adorable humano que estaba sentado detrás de su escritorio, con su mirada fija en el computador mientras sus manos se deslizaban por el teclado, sus dedos presionando las teclas con una rapidez que le seguía sorprendiendo. Tan pronto como su pareja había aceptado trabajar para él luego de aquel desayuno en que le contara sobre el estúpido de Ian, a quien ya le había echado un vistazo, o más bien sus hermanos lo habían hecho por él, tan pronto les comentó su deseo de ir a matar al idiota por haber molestado a su Archie, en un intento de que estos le detuvieran, más no que lo animaran precisamente a hacer lo que tanto deseaba. Eso le había llevado a volver a transformarse en la voz de la razón nuevamen

