La clase de teoría del día siguiente comenzó cuando el profesor Beltrán entró al aula y la cerró con pasador. Aseguró que ninguno saldría de su clase hasta que terminara la hora. Abrí mi libreta y tomé los apuntes más importantes de la clase. Al finalizar, el profesor anunció la fecha del segundo examen y pidió un trabajo monográfico sobre el ejercicio del periodismo en Venezuela. Tomé nota de todo. No podía descuidarme con nada o Stefanía me mataría. La hora de clases pasó super rápido. Agradecí al cielo porque las clases del profesor Manuel fuesen más dinámicas. Eso ayudaba en sobremanera a no ver la materia tan aburrida. Confieso que cuando vi el pensum de estudio y leí "Teoría de la Comunicación" en él, lo pensé dos veces. Inclusive, me imaginé algo parecido a las clases de historia d