UN GRAN ERROR

1828 Words
Había cometido un error. La había culpado de juzgarlo mal y fue él el que la juzgo peor. Ella se había informado bien sobre el patrón. Un hombre rudo, amargado que no confiaba en las mujeres. Que si había tenido relaciones esporádicas con algunas pero que nunca se comprometía con nadie y si alguna lo pretendía cazar él le daba carta de repudio. Su odio por ellas era un asunto personal. Lo que se veía era un hombre que no quería compromisos con ninguna mujer. Sabían que no quería casarse, sabían que no deseaba familia y que lo único que podían esperar de él era un romance con tiempo limitado. Nada que le causará problemas. Ninguna mujer había significado nada especial en su vida. Después de más de veinte años el hombre había cerrado sus puertas al amor. Y nadie sabía de sus fracasos amorosos. Era bien conocido de todos que era asediado por la hija de Tomás Harper. El más prominente hacendado de la zona. Curiosamente y de capricho su yegua Luna estaba en las caballerizas de Gallager. Y ella solía venir a verla muy a menudo. Gallager muy apenado por lo sucedido y por la conversación tan cruda que ambos habían tenido no sabía como acercarse a Camila. No se le ocurría que decirle o como disculparse. En especial eso -- Disculparse. Era muy orgulloso como para pedirle disculpas a una mujer. Así que decidió alejarse y dejar que la nueva veterinaria se acoplara a su trabajo. Sólo que bajo sus órdenes un nuevo veterinario se encargaría de todos los animales y ella solo de Destello y de sus preciados Ponis -- Sus animales más apreciados. Le dio órdenes a través de Tulio de que esa serían sus labores de ahora en adelante. Dejar a Destello en condiciones para convertirse en un semental. Y a Duna convertirla en madre de Eros. Sus preciados Ponis, que él le había comprado a un circo que los tenía en muy mal estado de salud. A Camila no le tomó por sorpresa su actitud. Espero más bien que la despidiera por hablarle con tanta arrogancia y aridez al patrón. Así que era una ganancia cuidar de sus tesoros en toda la hacienda. Feliz hizo un plan alimenticio y de preparación para Duna y uno para Destello. Trabajaba tranquila hasta su hora de salida dónde la esperaba siempre alguno de los muchachos. Todo lo que ella hacía y como se comportaba con sus animales y con los muchachos, debía ser informado por Tulio cada noche. Tranquilo y satisfecho Gallager se iba a dormir cada noche por que ella no había aceptado a ninguno. Camila no había vuelto a ver a Peter desde aquel encuentro. Y ya habían pasado tres semanas. Por suerte para ella tampoco se había cruzado con Celeste Harper. Ni tampoco tenía contacto con su yegua. Destello, Duna y Eros habían sido trasladados a otra caballeriza. Adaptada para ellos nada más. Así se garantizaba Gallager que Celeste o el nuevo ayudante del veterinario no se encontrarán con ella. Todo cuadraba. Pero una noche de lluvia mientras iba rumbo a su casa el auto de Camila falló. Llamó y llamó al taller que veia su auto y nadie contestó. Un auto se detuvo junto al suyo y una voz desde adentro le dijo: ¡Venga! yo la llevo a su casa. Miró a aquel hombre y lo pensó unas mil veces en segundos. Pero ya era tarde y tenía hambre y frío. Subió a aquel auto y dio las gracias. ¿Tiene hambre?-- Conozco un lugar cercano que podría satisfacer su apetito. No la decepcionará se lo aseguro -- Es sencillo, pero su comida es deliciosa. ¿Quién era ese hombre tan gentil? Tan relajado y tranquilo -- Se preguntaba Camila También tengo hambre y me gustaría un café caliente y algo dulce para acompañarlo --¿Le gustan las donas? -- No son una comida gourmet, pero me gusta comer una de vez en cuando y allí preparan las mejores. Lo escuchaba hablar y no comprendía -- ¿Quién era él? --¿Quién era realmente? Al llegar de su boca no había salido más que un gracias por llevarla a su casa y un gracias por invitarla a comer y otro gracias por llamar a su mecánico para que recogiera su auto y se lo llevará al taller. Estaba sorprendida.. El hombre que compartía con ella en la mesa y que amablemente atendió la misma cocinera del pequeño restaurante en persona, era muy diferente al que ella había conocido. Avergonzada no sabía como tratarlo o cómo hablarle. Pero él no parecía buscar una disculpa o nada parecido. Sólo estaba cenando a gusto en un sencillo restaurante y al parecer la gente del lugar lo veía con agrado. Sus ojos seguían sus movimientos y a veces se perdían en su rostro tan sereno y tranquilo. Lo hacía lucir tan atractivo que sin darse cuenta suspiró mientras lo miraba. Salimos del restaurante y muy amable les dio las gracias y les dejó abundante propina. Luego, me llevó a mi casa y me dio las gracias por acompañarlo a cenar. Y para mi sorpresa ya estaba mi auto esperándome fuera de mi casa. Listo y arreglado. Le pago al mecánico y el hombre se marchó. Cuando iba a subir a su auto lo detuve tomandolo de su brazo y le dije: ¡Perdóneme por haberlo juzgado tan mal! -- Fui muy grosera con usted la otra tarde y me disculpo -- Gracias por lo de mi auto y por invitarme a cenar en ese restaurante tan bonito y agradable. Le doy las gracias señor Gallager. ¡No se equivocó señorita! -- Yo me comporte mal con usted también. Me merecía su trato. Soy yo quién le debía una disculpa y no sabía como hacerlo. Le agradezco que me permitiera ayudarla y así compensar mi error. Una sonrisa y un brillo en sus ojos hizo sonreír a Peter. Le gustaba mucho esa mujer. Buenas noches señorita - Le dijo para despedirse ¡Señor Gallager! -- Lo detuvo Sí.. ¿Porque me puso solo a cargo de Destello y de sus preciados ponis? Creí que.. Usted es la indicada para cuidar de los animales que yo amo. En toda mi hacienda, ellos son mi tesoro. Y los puse en las manos correctas -- Le respondió Peter Gracias señor Gallager.. Gracias a usted doctora. La pase muy bien esta noche. Y espero que usted también. Gracias a usted esta noche dormiré tranquilo -- También yo -- La pase muy bien con usted y dormiré tranquila y en paz -- Le respondió Camila con una suave sonrisa Entonces hasta mañana doctora Lasiter.. Hasta mañana señor Gallager.. Un sello se ponía en su alma con un nombre esa noche y sin imaginarlo algo cambiaba en él. Se fue en su auto y mientras iba de regreso hasta su casa repasaba cada segundo al lado de Camila y el que más recordaba y repasaba en su memoria era aquel suspiro que salió de ella al mirarlo cuando estaban en la mesa. Se dio cuenta al mirar por el retrovisor que estaba sonriendo. No lo había hecho en años y se sentía muy agusto con ese sentimiento dentro de él. En la mañana contrario a los demás días, la esperaba un café y una dona cubierta de glase y una pequeña margarita sobre el café. Sonriendo lo tomó de entre su locker y metiendo sus cosas se sentó en una paca de heno a disfrutar del café y la dona, poniendo en su cabello la pequeña margarita. A la hora del almuerzo uno de los muchachos llegó y le propuso salir con él al cine. Agradeciendo su gentileza lo rechazó. El joven se fue decepcionado y mientras hablaba con otro de su desilusión, Peter los escuchó sin querer -- Es muy agradable y gentilmente me dijo que no -- Decía el muchacho -- Realmente quería salir con ella y pedirle que fuera mi novia y presumirle a los chicos que mi novia era la más guapa de todas. Pero creo que hay otro hombre. ¿Otro? -- Preguntó su amigo Sí.. Y creo que le gusta mucho. Cuando llegue la vi besar una margarita y ponerla de nuevo en su cabello. Una mujer no besa una flor sino está pensando en el hombre que se la regaló. ¿No crees que estas haciendo conjeturas? -- Le dijo su amigo ¡No! Cantaba.. Eso es otra señal de que está enamorada. Mi hermana canta cuando piensa en su novio y estoy seguro de que la doctora está enamorada de alguien. Por eso a rechazado la invitación de cada uno de los muchachos que se han aventurado a pedirle una cita -- Ella está enamorada. Esas palabras ponían a Peter de muy buen ánimo. Y sin dudarlo se fue a ver a Camila. Estaba ansioso de ver en sus ojos lo que había dicho el muchacho. Si ella estaba enamorada de él, el suspiro de la noche anterior más su disculpa le estaban abriendo la puerta a él y por primera vez quería probar suerte con ella -- Talvez ella podría ser la indicada. Cuando ya llegaba a la caballeriza oyó una voz de hombre llamándola por su nombre y aquel hombre al verla la tomó en sus brazos, la abrazó y levantándola del suelo la hizo girar en círculos. Le bastó eso a Peter para sentirse herido y desilusionado otra vez -- Ella era igual que todas las demás. Enojado y decepcionado caminaba a prisa cuando apareció Celeste --¡Peter! -- Gritó al verlo Al ver a Celeste y saber que también Camila los vería caminó hacía ella y tomadola de la cintura la besó. Tan apasionadamente como para que Camila entendiera que Celeste era su amante. Celeste no desaprovechó ese momento y se rindió ante Peter. Pero él quería restregarle en la cara a Camila su relación con Celeste. Así que le presentaría a Camila y la pondría al cuidado de Luna la yegua de su supuesta mujer. ¡Doctora! -- Buenas tardes espero no interrumpir algo importante. Quiero informarle que a partir de ahora se hará cargo también de Luna. Esta bien señor Gallager -- Dijo con tristeza en su mirada y en su voz ¿No nos presenta a su novio? -- le pidió Peter algo tenso ¡Hola señor Gallager! -- Extendió su mano para saludarlo estrechando la de Peter que tenía a Celeste tomada de su cintura -- Soy el hermano de Cami.. Digo, ¡de la doctora Lasiter! -- Soy hermano solo por parte de padre. Cuando me enteré de que trabajaba aquí quise aprovechar que pasaba cerca para venir a verla -- Espero que no le moleste. Al oirlo, Peter deseó que la tierra se abriera y se lo tragara vivo. Había cometido el peor error de su vida. Y había alejado para siempre su oportunidad de tener algo con Camila.
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