Cada segundo que pasa odio más al mundo, peor en días como hoy, primer día de instituto. Por suerte este es mi último año. Me levanto de mi cama muy lentamente, entro a bañarme, me visto, y fui a la cocina, tomo una manzana, mi navaja y mi mochila la cuelgo en mi hombro derecho.
Salgo de mi departamento y cierro con llave. Yo vivo en un departamento debido a que mis padres eran muy controladores, por eso decidí vivir sola, pero ellos me pasan dinero cada semana, pero casi no como en el día así que me estoy ahorrando para darme algunos gustos.
No tengo novio, ni quiero por que no estoy para esas cosas, mis dos mejores amigas siempre trataron de conseguirme uno pero casi a todos los rechazaba.
Llegué al instituto y los estúpidos adolescentes me miran raro, sé que soy una adolescente también ya que tengo 17 años aún pero no soy estúpida como ellos, además este año cumplo 18.
Escucho que murmuran cosas sobre mi vestimenta, yo no le veo nada de malo. Blusa blanca, camisa negra, pantalón n***o y zapatos negros. Pero también tengo cara de pocos amigos.
Mientras escucho a música desde mis audífonos Me dirijo a dirección, cuando llego el director me entrega mi horario y la llave para el casillero.
Nuevamente salgo al pasillo y me dirijo a mi casillero, noto que un chico bastante simpático se acerca a mi pero no le tomo importancia y sigo mirando mi casillero.
-Hola-dice con una sonrisa bastante bonita.
El chico es alto, tez blanca, ojos celestes como el cielo, el cual me impresiona lo claros que son. Su cabello es un poco largo.
-Hola-Miro sus ojos mientras le hablo para después volver a mirar mi casillero.
-Soy Dylan, Dylan Grier ¿y tu?
-Beth Floyd.
-¿Que clase te toca?-dice acercándose a mi para mirar mi horario-Tenemos el mismo horario excepto en química y filosofía ¿te acompaño?.
-Ya que-me encogí de hombros
Fuimos al salón de la materia que nos tocaba, que era matemáticas, todo el camino fue silencioso, cuando llegamos habían un chico de espaldas platicando con dos mas.
-Hola, Connor-dijo Dylan quien nuevamente sonriendo.
Estaba por irme pero Dylan tomó mi mano, evitando que me aleje.
-Chicos, ella es Beth-me presentó.
-Hola-dijeron los tres al unísono.
-Él, es Connor Dallas-señaló al chico que antes estaba de espaldas-él es Andrew Espinosa-señalo al chico castaño casi rubio que estaba a su lado-y él es Peter Mendes-por último señaló al chico castaño que estaba detrás de los dos anteriores.
-Hola-dije y me zafé del agarre de Dylan para poder irme al último asiento, coloqué mis brazos en la mesa y recosté mi cabeza sobre estos.
Escuché un ruido a mi lado derecho y sentí que movían la silla del lado izquierdo, levanté mi cabeza y pude ver que Dylan estaba sentado a mi lado derecho, Peter a mi lado izquierdo y Connor con Andrew enfrente de Dylan y de mi.
Rodé mis ojos y volví a recostar mi cabeza, los chicos platicaban sobre cualquier cosa que yo no prestaba atención ya que mi mente pensaba sobre donde podía matar gente.
-Beth ¿estas escuchándonos?- preguntó Dylan haciendo que levante mi cabeza.
-¿Que?...no, lo siento.
-Queríamos invitarte a una fiesta que esta realizando en casa de Peter por el cumpleaños de Andrew y...
-Lo siento pero no. Gracias.
-¿Por que?-dijo Peter.
-Por que estaré muy ocupada y ademas...odio las fiestas.
-¿Segura? Sera divertido-dijo Andrew.
-Si no quiere, no se le puede obligar-dijo Connor en mi defensa.
-Gracias Connor-dije mirando sus ojos claros.
-No hay de que...
-Di que sí-dijo Andrew con una sonrisa.
-No lo sé Andrew...-dije algo tímida.
-Por favor no me Digas Andrew, no me gusta como suena la última letra.
-Entonces...¿solo André?-él asintió.
-Y a mi Dios griego-dijo Peter sonriendo y haciéndome soltar una pequeña risa.
-Que linda sonrisa-dijo Dylan provocando que me sonroje.
-No más que la mía-volvió a atacar Peter.
-Cállate-Lo regañó André.
-Déjalo...que siga creyendo- dije divertida haciendo que todos rieran.
-¿Me estas diciendo feo?- protestó Peter.
-Y ahora eres sordo...¿en que momento te dije feo?-respondí haciendo que André riera más fuerte.
-Te consideraré mi mejor amiga-dijo Dylan y Connor asintió junto con André mientras que Peter solo movió la cabeza haciéndose el ofendido.
Pasamos las clases entre risas, juegos y regaños por parte de los profesores.
Ya en la salida intercambiamos números de teléfono. Mi lista de contactos era corta.
Literalmente, mis padres, mi hermano, mis 2 mejores amigas y estos 4 chicos. Esa era mi lista de contactos, no soy sociable...
Dylan me llevó a mi departamento, en todo el camino no dijimos una sola palabra, yo solo pensaba en matar gente, el lugar, como lo haría sufrir...
-¿Te sientes bien?-preguntó Dylan sacándome de mis pensamientos.
-Sí, ¿porqué?
-Te noto muy distraída.
-Sólo pienso en...que almorzaré hoy-mentí.
-Yo te puedo invitar algo y...
-¡No!...pero, gracias Dylan-dije algo nerviosa.
-¿Por que?, por mi no hay problema.
-Estaré ocupada, gracias por traerme. Nos vemos mañana, adiós.
Bajé de su auto y me adentré al edificio, subí a mi departamento, cuando llegué cerré la puerta con llave, dejé mi mochila sobre el sofá de la sala.
Entré en la habitación que esta al lado de la mía, tomé mi pistola, escondiéndola en mi cintura, también tomé mi cuchillo y éste lo escondí en mi tobillo derecho, mi navaja siempre la tengo en mi bolsillo.
Nuevamente salí de mi departamento, caminé hasta un barrio "alejado" pero no había nadie, dispuesta a irme a otra parte, giré sobre mis talones y al darme vuelta note que había un hombre cerca, mirándome.
Fingí estar asustada y caminé en dirección contraria, me detuve para cruzar la calle, siento una mano tocar la mía.
-¿Que hace una chica tan bonita como tu por estos lados?-dijo queriendo coquetear conmigo.
-Me perdí-mentí.
-Yo te ayudo-cruza la calle y entra a un callejón obscuro-Es un atajo-dijo cerca de mi, una sonrisa se formó en mi rostro.
El hombre se detuvo y me acorraló contra la pared y él, intentó besarme, pero fui mas rápida y le di un golpe en el rostro haciendo que se aleje de mi.
-No debiste hacer eso-dije y volví a acercarme a él, saqué el cuchillo que tenia en mi tobillo sin que el hombre se de cuenta.
Intentó aprovecharse, queriendo tocar mi cintura, fue ahí cuando mi cuchillo impactó en su torso.
Se apoyó en mi y yo hice más profunda la herida, lo empujé haciendo que caiga al suelo y sacando mi cuchillo de su torso.
Me acerqué a él y clavé mi cuchillo en su muslo haciendo que grite, comencé a reírme de todo el dolor que sentía aquel hombre, removí el cuchillo en su lugar y volvió a gritar haciéndome reír aún más fuerte.
-Estas loca-dijo con un hilo de voz, eso hizo que mis risas cesaran.
-Y tú estas muerto-saqué el cuchillo de su muslo y se lo clave en el hombro, luego unas dos veces mas en el torso y por último el cuello, dejándolo inmóvil.
Me levanté del suelo y limpié mi cuchillo para después guardarlo donde estaba nuevamente, noté que había una gran mancha de sangre en mi ropa y sólo rodé mis ojos, miré al hombre y estaba desangrándose.
Sonreí satisfecha de mi trabajo y di vuelta para salir de aquel callejón, antes de salir miré a todas partes para ver que nadie note mi aspecto pero para mi mala suerte venía un auto, éste aparcó en la casa que estaba frente al callejón, al ver quienes bajaron me oculté rápidamente.
Mierda, mierda, mierda, y mil veces mierda.
No vuelvo a este lugar y peor que ahora sé que uno de los chicos vive ahí, sí, las personas que bajaron eran, Dylan, Connor, Peter, Andrew, y dos chicos más que desconozco.
Cuando todos entraron a la casa salí corriendo de ahí, en dirección a mi departamento para cambiarme y seguir con mi diversión.