Auca. Vamos donde Leonardo a dejar a los nenes porque le quiero enseñar la casa y que sea una sorpresa en todo su esplendor, le vendo los ojos subiéndola al auto, se ríe pero está nerviosa porque no sabe a donde la voy a llevar y que es lo que le escondo, sé que no desconfía de mí, pero es la ansiedad lo que le gana de querer saber a donde es que la llevo. Desde lejos se ve la casa donde es inmensa de grande, se parece a esas casas de las personas ricas como los papás de Sara que tiene una casa inmensa que podría vivir todo mi pueblo ahí dentro, la nuestra no es tan grande, pero si bastante y si tenemos más hijos va a llegar a ser del nivel ese. —Vamos Auca. —No. —tiene los ojos vendados y yo la voy guiando—. Falta poco. —Me pone nerviosa no ver por donde camino. —estira las manos co

