LAS DOS CARAS DE LA SEÑORA MADDOX

SAMANTHA

Samanta Maddox tenía la vida que toda mujer soñaba, bella, rica, inteligente, casada con uno de los hombres más ricos, poderosos y que además estaba en el top diez de los más guapos del mundo. 

Era la envidia de todas las mujeres de la alta sociedad europea, vivía entre Paris, Milán, Ginebra, Niza, Mónaco entre otras ciudades, viajes en jet privado, paseos en yates de lujo, autos de alta gama, ropa de diseñadores famosos, todo aquel que era alguien en el mundo  conocía a la señora  Samantha Maddox, admirada por unos y odiada por todos, vivía una vida de fantasía que cualquier princesa de cuento de hadas habría envidiado, portada de revistas y miles de entradas en la web, siempre estaba dando algo de que hablar.

 Lo que nadie sabia a cerca de ella era, que  fue la hija menor de un matrimonio entre un Norteamericano y una hermosa Rusa ambos de clase media baja que vivían en Barcelona España, demasiado hermosa e inteligente para su propio bien,  aprendió a hablar en cuatro idiomas, hizo cursos de etiqueta y buenos modales para encajar en la alta sociedad con la que soñaba en pertenecer algún día, su madre la ayudo a prepararse, la hizo tomar clases de piano que pagaba con su trabajo nocturno de mucama en un hotel de tres estrellas de la ciudad. Cuando tenía quince años su vida dio un vuelco, fue descubierta por un cazatalentos famoso, el cual prometió convertirla en una súper modelo de pasarela, pero a cambio la convertiría en su joven amante, abuso de ella por tres años seguidos  hasta que cumplió dieciocho años, pudo tomar sus propias decisiones, y se deshizo del pervertido abusador. Para esa época ya era reconocida en las grandes pasarelas por su figura esbelta, y rasgos hermosamente delicados, ya no necesitaba que nadie la impulsara, había conseguido el reconocimiento necesario para seguir su propio camino.

Caminando por la pasarela de Chanel, en la Paris Fashion Week,  conoció a quien seria el amor de su vida, el empresario Dexter Maddox, Joven, apuesto y forrado en dinero quien se robaría el corazón de Samantha. Dado que  para entonces ya había dejado atrás y olvidado al bastardo infeliz que la corrompió por fama y dinero,  esa misma noche acepto la invitación de Dexter para verse en la suite del hotel donde este se hospedaba y sin ningún pudor tuvo sexo salvaje con el hombre que unos meses después se convertiría en su esposo.

Quien habría prensado que alguien como ella, originario de una familia humilde y promedio, se convertiría en una de las mas poderosas mujeres influenciadoras en el mundo de la moda. Viajes, fiesta exclusivas, galas llenas de lujo para recaudar dinero destinado para los menos favorecidos, reportajes, restaurantes y mas; en eso se convirtió su vida. Junto a Dexter fueron por muchos años la pareja mas hermosa y envidiada de todos los tiempos, para el mundo entero tenia la historia de amor que cualquiera habría deseado vivir.  

Lo que nadie sospechaba era que Samantha no era feliz, su vida no era ni la mitad de lo emocionante que los demás pensaban, permanecer bajo la lupa constante de los medios de comunicación la llevo a desarrollar un trastorno de  ansiedad tan grande que no podía dormir, comer o vivir como un ser humano normal, lidiaba  con el estrés de mantener una figura y una imagen de mujer perfecta que la agotaba mental y físicamente, sospechaba que Dexter no la amaba y solo la mantenía a su lado para guardar las apariencias, eso sumado al hecho que no había podido darle una familia, debido al consumo constante de medicamentos para controlar el sueño y sus estados de animo, esto ultimo le dificultaba la concepción. Después de seis años de matrimonio,  cuatro abortos espontáneos y múltiples decepciones por parte de su infiel marido, decidió no intentarlo mas y darse a la bebida y a  los innumerables hombres que tenían la suerte de engancharse con ella cuando estaba borracha o drogada.

Su marido, harto de los constantes chismes a cerca del mal comportamiento de su mujer, decidió darle un ultimátum; si no empezaba a comportarse como la esposa ejemplar que tenia que ser a los ojos del mundo, iba a perder hasta el ultimo centavo que el le daba, la dejaría en la calle y acabaría con su reputación. Nunca conseguiría trabajo en ningún lugar que no fuera un prostíbulo de mala muerte, porque Dexter con su poder le cerraría todas las puertas y arruinaría su vida. 

Bradley Adams, Publicista y amigo intimo de Samantha, la interno por un tiempo en una clínica para el tratamiento de sus problemas emocionales, aunque esto sería un secreto bien guardado para el mundo. 

Mientras ella luchaba contra sus demonios en la clínica,  para los demás  estaría en un retiro espiritual tratando de aprender como mejorar el mundo.

Para desgracia de su marido, el encierro y el tratamiento con especialistas la llevo a querer realmente la sanación de su alma. Luego de un mes de hablar de sus complejos, traumas  y dolores internos, tomo la decisión de cambiar por completo su vida, harta de la presión y de estar en el ojo publico  decido empezar a buscar la verdadera felicidad, decisión que su excéntrico y rico marido no aprobó por completo, ya que al pertenecer a la más grande elite no podría abandonar sus responsabilidades de un día para  otro. 

Ella lucharía por sus nuevas convicciones con uñas y dientes y se dedicaría a buscar el verdadero valor de las personas. Abandonó la  escena de las fiestas, se centro en buscar hacer el bien a los demás y compensar al mundo de una manera positiva por todas las cosas con las que la vida la había premiado; Se involucro con fundaciones en pro de la protección del medio ambiente y también en las de ayuda a niños abusados sexualmente. 

Volver a su vida junto a Dexter fue otra historia, el vacío de una casa enorme y fría la hacia pensar en sus hábitos anteriores, no quería experimentar nuevamente la desesperación y la zozobra de una vida llena de excesos y falta de amor propio.

Los problemas empezaron cuando ella no quiso volver a ir con el a ningún evento que no se tratara de algo relacionado con las causas que ahora defendía,  se negaba rotundamente a hacerle publicidad a ningún diseñador o para el caso usar ropa que no fuera reciclada. La gota que colmo el vaso para Dexter fue cuando al llegar a casa del trabajo una tarde, se encontró con que Samantha había adoptado cuatro perros y dos gatos callejeros a los que instalo en el patio trasero y el lugar predilecto de su marido para ejercitarse, por lo que el no quería ver animales mugrosos en su espacio sagrado. No pudo mas y tuvo que hablar seriamente con ella:

-¡Samantha esto tiene que terminar! necesito que vuelvas a ser tu- Ella lo miro  por un momento y luego le sonrió, sin dejar de acariciar a uno de los perros le contesto:

-Pero si esta soy yo, no entiendo de que hablas.- Siguió en lo suyo ignorando a su iracundo marido.

-Me refiero a la mujer empoderada y ambiciosa con la que me casé- El trató de hacerla entrar en razón un poco con sus palabras.

-Dex, te casaste con la imagen que vendía de mi, lamento decepcionarte pero ella ya no existe.- siguió en lo suyo y no le presto ni un poco de atención. El se fue de viaje esa misma noche,  necesitaba espacio, estaba  frustrado por que no entendía que mierda le pasaba a su mujer.

Una semana mas tarde, Dexter fue notificado por la policía de la ciudad de Madrid que su esposa había tenido un grave accidente de transito en el que había muerto su acompañante; Bradley Adams y en el que su esposa había tenido una lesión cerebral grave y estaba luchando por su vida.

Cuando Dexter llego al hospital supo que el pronostico no era positivo, Samanta estaba en un coma profundo y no sabían si volvería alguna vez a verla con vida.