Capítulo 005 Primer encuentro

1414 Words
Dannan Abrace a mi padre con fuerza posiblemente sea la última vez que lo vea. Es otra de las cargas de ser la destinada, tengo que dejar el lugar donde nací, dónde está mi familia, mis amigos, mi hogar. —Te amo, mi niña —mi padre junto nuestras frentes y me habló por la conexión — Te deseo mucha suerte, saluda a tu abuelo de mi parte y dale un abrazo enorme. Y si en algún momento, lo que sea quieres volver no lo dudes. Eres Especial recuérdalo. —Si padre yo también te amo. Respondí por el enlace y nos sonreímos con lágrimas en los ojos. Monte mi caballo rizos, lo único junto a mis prendas y pertenencias que me llevaré de mi tribu. Toda la aldea se veía triste, pero moví mis manos en un gesto que siempre los hacía reír y todos sonrieron. Aunque se que es tan duro para ellos como para mí. Tome aire y la comitiva inicio su camino de regreso, pero ahora con la promesa de un destino próspero. Vi por última vez la estatua de Rania y suspiré. Diosa dame la fuerza suficiente. Bostece. Era nuestro segundo día de viaje pronto llegaríamos a orillas del brazo central del rio Kal. Y haríamos acampada, la noche anterior fue relativamente tranquila. Y me sentía segura la comitiva eran lobos enormes de los diferentes clanes de la tribu oriental, ni los Cappa eran inferiores. Qué si hay peligros para nosotros, si. En Pangea hay grandes animales que atacan a los lobos, dientes de sable, leones blancos y osos negros. Aunque normalmente son de las tierras del sur, a veces logran cruzar a nuestras tierras. Por otra parte e viajado en silencio, la tristeza de dejar mi hogar a sido muy fuerte, además de que los lobos con los que viajo son pocos sociables. —¿Está bien mi reina? — dijo el Beta de ojos azules y cabello n***o con preocupación. Y vi que la comitiva había avanzado dejándome atrás. —A claro gracias… — no sabía su nombre, pero no me sentía en confianza para preguntar, afortunadamente el lo entendió. —Dereck mi reina. Y cuente conmigo para lo que necesite— me sonrió y trague saliva. ¿Que me pasaba?. —Gracias Dereck. Pero no me digas, Mi reina— sonreí y vi que se avergonzaba — dime Dannan. —No, ¿Cómo podría?— negó firmemente. Volví a sonreír —Mmm… entonces señorita Dannan ¿Qué te parece? El asintió, sus ojos eran cálidos. Pero negué nuevamente. ¿Qué me pasaba? Bueno mi celo iniciara en tres noches. Pero cálmate, tu tienes pareja. Lo recuerdas. Mire en dirección a la comitiva y allí estaba el, en la cabecera. Cuando regreso su mirada sobre mi me sonroje. Todo lo sucedido hace dos días todavía daba vueltas en mi cabeza. Nos detuvimos y los lobos como la noche anterior fueron ágiles y en cuestión de unos minutos las tiendas estaban armadas y la cena a fogata ya se cocinaba. Estuve a orillas del río sintiendo sus aguas en mis pies, y luego de cenar regrese a mi tienda. Estaba agotada y mañana cruzaremos el rio y no podré volver, estaré en tierras desconocidas. Mis pensamientos me indujeron en un sueño. Cuando comencé a sentir que la piel me ardía, desperté y estaba sudando. ¿Me enferme? No puede ser posible. Mi respiración comenzó a agitarse y vi en mi cabeza que ella caminaba hacia mí. Sus ojos rojos se clavaron en los míos, su pelaje blanco plateado era hermoso y tenía un mechón n***o que bajaba desde la parte superior de su cabeza hasta su hombro y sobre su pata derecha estaba la marca que nos unía. Era ella… Era Laika. Comencé a sentirme desorientada el calor era abrumador me quemaba, así que salí de la tienda y caí sobre mis manos y pies. Luego lo noté nuestra diosa estaba brillando sobre el monte Oelo, sin la compañía de las estrellas. Mis ojos comenzaron a ceder ella iba a tomar el control, pero no allí. Cómo pude me levanté y salía a correr hacia el bosque. Sentí una presencia detrás de mí, pero no me detuve hasta que mis ojos se cerraron y entré en mi inconsciencia. Solo pedía a la diosa que Laika no hiciera algo imprudente. Dexter Se que he sido un desconsiderado con ella, la he evitado lo más que puedo, pero es que mi conflicto interno va en aumento al acercarnos más a nuestras tierras. No sé cómo voy a evitar cumplir con mi deber, si mi cuerpo reacciona ante ella, además que entrara en celo muy pronto. Y eso me asusta abruptamente. Después de la cena ella nos deseo un buen descanso y se dirigió a su tienda. Pero comencé a inquietarme, intenté dormir, pero no podía y en mi pesadez Raksha, también comenzó a sentirse intranquilo. Exasperado me levanté gruñendo y con mi expresión fruncida salí de la tienda solo en los calzones de mi pijama, realicé un par de vueltas y pedí a los lobos que estaban de turno alejarse un poco más de la tienda de Dannan. ¿Me sentía celoso? Posiblemente, había visto a Dannan hablar amablemente con los lobos de la comitiva, aunque ellos no eran pretenciosos, todo lo contrario mantenían su distancia, el que otro lobo se acercara a ella me irritaba. Pero no había sido capaz de acercarme, porque me quejaba, no lo podía hacer. Mientras me sumergía en mis lamentos escuché sus jadeos y pude sentir su miedo. Raksha comenzó a dar vueltas desesperado en mi cabeza, así que corrí hacia su tienda y la vi salir corriendo en dirección al bosque del sur. Salí tras ella llamándola pero me ignoraba, cuando una punzada en mi pecho sobre mi marca me hizo detener y allí la vi mientras se transformaba en su loba. Viéndola de frente era aún más hermosa, su mechón n***o posiblemente por el pelaje de la loba de su madre y su marca también en n***o resaltaban en su pelaje blanco plateado. Camine despacio hacia ella cuando clavo sus enormes ojos rojos en mi. Quedé paralizado y Raksha también, su aura era muy poderosa. —¿Cómo te llamas? — susurré y seguí avanzando tranquilizándola. Pero ella no respondió y Raksha se veía desorientado como si lo afectará que ella lo viera. Ella me gruño y mostró sus colmillos antes de girar y saltar al rio. La vi sumergirse y desaparecer, mientras las aguas se tornaban turbulentas. ¿Qué acaba de pasar? —Dime algo— inquiete a Raksha. Pero también solo lo vi dar la vuelta y marcharse. Tuve que regresar solo y confundido a mi tienda. Dannan Desperté agitada, pero agradecía que tuvo la descendencia de dejarme en la tienda de acampada y no por hay desnuda en medio del bosque. Tome mis cosas y salí para poder tomar un baño en el rio, me ubique en un lugar apartado donde no estuvieran los lobos de la comitiva, siempre fui una loba tímida en ese aspecto. Mi corazón latía acelerado, está vez la había visto y tenía pequeños vestigios de lo que había sucedido, pero eran como flashes como partes de un sueño. Me sumergí en el agua sintiendo su frescura y con una sonrisa en mi rostro por primera vez me sentía una loba completa y capaz de tomar mi lugar como Alfa. —Era verdad que tu loba es complicada, pero maravillosa. Salí del agua y hay estaba el mirándome de una manera inquisitiva. —Eh que puedo decir…. Gracias supongo. Mis mejillas ardiendo de la vergüenza y el se acercó más tomándome de la cintura, no había espacio entre nuestros cuerpos. El me miraba fijamente mientras deslizaba sus manos hacia mis senos duros. —Mmm — gimotee mientras el calor me invadía, el me levanto y enrolle mis piernas sobre sus caderas y mis brazos sobre sus hombros sintiendo su cabello sedoso. Me beso de forma suave pero a la vez invasiva, sentía que quería consumirme posiblemente yo también deseo lo mismo. Pero el soltó el beso y me apartó tirándome de nuevo al agua de forma ruda. OYE!— grite. El no regreso su mirada solo susurro de una forma que me desconcertó y dolió. —Debemos irnos. Lo vi marcharse y aquello me molestó. ¿Qué se cree este tonto? No lo sabía en aquel momento, pero esto era el inicio de mi desgracia.
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