—No puedo creer que vayas a ser padre—.
Resoplé. —Yo tampoco. Siento que estoy soñando.
—Creo que deberíamos nombrar a los bebés antes de que despiertes —dijo Odorv—. ¿Qué tal si a la niña la llamamos Lía y al niño Leonel?
—¿Y por qué no cierras la boca y dejas que los padres decidan? —dijo Doriav, mirando entre Sofia y yo—. No me digan que están considerando esos nombres.
—Bueno… —Sofia me miró, y asentí para que continuara. Me gustaba el nombre—. Es un nombre bonito, y queda bien para gemelos.
—Ambos son unos traidores.
Sofia le dijo "lo siento" a Doriav solo con los labios.
La revelación de género continuó un par de horas más y Sofia ya estaba agotada para cuando terminó. Cuando volvimos a la habitación después de que los invitados se marcharan, se sentó en la cama, se cubrió la
