Lucien llega directo a la habitación de Olivier , ni siquiera toca su puerta, sino que sigue derecho, él estaba durmiendo, pero el sonido lo despertó.
—¡Buenos días hermanito! —Olivier aún estaba somnoliento
—¿Qué tienes de buenos? ¿me puedes explicar por qué razón te llevaste a mi hijo ayer sin mi permiso?
—Porque soy su tío, pensé que podía hacerlo, además estaba algo solo, la niñera estaba durmiendo mientras le daba de comer a su bebe, no le vi nada de malo llevarme el niño —Olivier lo mira como si se tratara de algo completamente normal.
—¿O sea que Elise no tenía idea de que el niño estaba contigo? —eso hizo que Lucien ardiera más en ira
—No, pero no nos demoramos, fue mi culpa, no fue culpa de la niñera, te conozco no vayas a tomar represalias con ella.
—Ya mismo la voy a despedir, y a ti te sugiero, más bien te exijo, que con mi hijo no vayas ni a la esquina, ¿entendiste?
—¿Cuál es tu desconfianza hermanito?
—Que se perfectamente la clase de hombre que eres, y no confió ni en mi sobra, por cierto, si te puedes largar de mi mansión lo más pronto posible, es mejor.—las palabras de Lucien fueron bruscas y cortantes, esto hizo que Olivier también se llenara de odio, él siempre le habia tenido envidia a su hermano y él habia vuelto no solo con las intenciones de conseguir un nuevo contrato, sino que quería quedarse con la casa de su hermano, valiéndose de artimañas, y podria hacerlo mejor quedándose a vivir allí.
—Ven, pero Lucien, somos hermanos, no te pongas así, no le vi nada de malo—Olivier sale detrás de él tratando de hablarle, pero Lucien era demasiado indiferente, estaba realmente molesto. Olivier simplemente bufa y maldice para su interior, sabía que debía irse de la mansión pronto.
Por su lado Lucien toma su telefono y enseguida llama a Elise , ella a los dos timbres le contesta, pero él ni siquiera la deja hablar.
—¡Estas despedida! En estos días te llegara el cheque de tu liquidación—él cuelga la llamada y sale directo hasta Phillippe, lo único que lo hacía sentir mejor, era compartir tiempo con su hijo, él era el único que le ayudaba a manejar su terrorífico estado emocional.
Mientras tanto, Elise queda en una sola pieza, en ese momento confirmaba que Lucien sabia algo de lo sucedido ese fin de semana, pero no sabía exactamente que, si el descuido con Phillippe, o si se habia enterado del encuentro que habia tenido con Olivier , sin más decide tomar a Ángel y salir directo hacia la mansión, quería dar una explicación, pero al llegar fue Greis quien le abrió.
—Greis., ¿puedo pasar? Necesito hablar con el señor
—No Elise , me temo que no es posible, el señor no quiere hablar contigo
—Pero ¿sabes que fue lo que paso?
—Si, se enteró del descuido que tuviste con el niño, y pues claro quiso echar a todo el mundo de esta mansión, incluyéndome a mí, pero a mí no me despide porque soy la única persona de confianza, pero sabe que debe contratar de nuevo una niñera, lo siento mi niña, debes irte
—No Greis, permíteme hablar con él, yo debo hablar con él.
—El señor Lucien es demasiado obstinado, por más que tu insistas en que quieres hablar con él, no va a ser posible, asi que ni siquiera pierdas más tu tiempo, ahora debo irme a servirles el almuerzo, adiós, Elise —Greis cerró la puerta frente a sus narices, y allí estaba ella de nuevo, su mundo se habia desmoronado, por no sabía que vez, le parecía injusto lo que él estaba haciendo, pero el precio que debía pagar por su error.
Triste por la noticia que acababa de recibir, sabía que no tenía más opción que buscar empleo de nuevo, asi que va a hablar con Sam.
—Hija ¿pero ¿cómo asi que te has quedado sin empleo?, no puedo creer que Lucien te haya despedido, ya habías superado las semanas de prueba.
—Lo sé, fui una idiota, me quedé dormida poco tiempo y Olivier se llevó el niño.
—Hija, ¿Olivier esta allí?
—Si, pero ese hombre es la maldad pura – Sam se queda en silencio por un momento, él conocía un poco más de la historia de los Rochefort, y que Olivier estuviera allí, no era nada bueno.
—Hija, espero que Olivier no haya atentado contra ti, ese hombre es peligroso.
—Ya no importa Sam, ya debo buscar de nuevo un empleo
—Lo siento hija—ambos están hablando amenamente cuando de repente, Eugenia la esposa de Sam sale de detrás de la tienda. Estaba pálida, y su rostro estaba demacrado por el dolor, y no podía murmurar palabra
Sam sale corriendo hacia ella.
—Eugenia, Eugenia mi amor ¿estas bien?, Elise , llama a una ambulancia—Sam grita con desespero, ella toma su telefono y hace lo que él le pide.
Pero la mujer cae al suelo, quedando completamente inconsciente, habia alcanzado a poner su mano en el corazón, cuando los paramédicos llegaron, ya no habia nada que hacer.
—¿Qué fue lo que le paso a mi esposa? —Sam pregunta completamente destruido
—La verdad, es que ella sufrió un infarto fulminante, no le dio oportunidad de nada, lo sentimos señor por no haber podido ayudar.
Elise trata de consolar a Sam, lo que habia acabado de pasar era la peor de las situaciones, el hombre que la habia ayudado estaba pasando por el peor de los dolores, ella apreciaba esa familia, porque era una segunda familia para su hijo, y ahora estaba acabándose.
El entierro de Eugenia se hizo un par de días despues, a él asistieron solo unas cuantas personas y claro, Lucien, también estuvo presente, él estaba al otro lado del sepulcro y solamente cruzaba frías miradas con Elise , cuando finalmente el sepelio acabo, ella decide buscarlo.
—Señor, ¿será que podemos hablar?
—¿De qué quieres hablar conmigo Elise ? ¿de que no eres una persona confiable y le entregaste mi hijo a Olivier ?
—Señor fue un error, lo lamento, yo estaba muy cansada y fue un pequeño descuido.
—Con mi hijo no podías tener ningún descuido por más pequeño que fuera.
—Pero, es que señor, yo necesito el empleo
—Eso debiste haberlo pensado cuando descuidaste mi hijo, con permiso—Lucien sale dejándola parada en el cementerio con su pequeño en brazos, a ella simplemente y sin quererlo se le salieron un par de lágrimas, Lucien estaba rompiendo su corazón, y aunque simplemente era un empleo, era una buena oportunidad, en ese momento se dio cuenta de que estaba confundida, y no sabía que era lo que estaba empezando a sentir por aquel oscuro hombre, que ni sentimientos tenía.
Los días siguientes Sam habia cerrado su super, y eso le daba a entender a Elise que no quería saber de ella tampoco, eso dificultaba aún más su situación, en ese momento comprendió que nuevamente estaba en apuros, pues no habia nadie de confianza que cuidara de su bebe y aún estaba muy pequeño para una guardería, debía trabajar, las necesidades no daban espera, el dinero del trabajo con Lucien le alcanzaba para cubrir la hipoteca de su casa y no quedarse sin un techo, pero, para poder sobrevivir y darle una buena vida a su hijo debía trabajar donde fuera y como fuera.