Mientras Lucien y Elise disfrutaban de los días más felices de sus vidas, los hermanos Rochefort seguían fraguando en silencio un plan oscuro: hacer que su hermano experimentara el peor de los tormentos. Solo estaban esperando el momento preciso, dejando que el tiempo pasara lo suficiente para que Lucien bajara la guardia y volviera a sentirse seguro. —Ya ha pasado un buen tiempo, Olivier. La niñera regresó a la mansión, y aunque Lía está embarazada, Lucien se ha distanciado por completo de ella. Todo indica que tiene una relación con la niñera —comentó Victorie con malicia. —Eso juega completamente a nuestro favor. Necesitamos que entre ellos exista algo más que cercanía —respondió Olivier, con una sonrisa calculadora. —¿Y por qué? ¿Por qué nos conviene que estén juntos? No lo entiendo

