Si dijese que una vez tomada mi decisión de tratar de tener intimidad con Elle, mi mente no podía dejar de pensar en tener sexo ¿sería algo trillado no? Pero era la realidad. Porque al terminar el baile de la boda mi mente estaba en un hilo sin final de pensamientos relacionados con el sexo.
Era más o menos algo como: sexo, sexo, sexo.
¿Cuando Elle no podía parar de lamer la cucharilla con la que estaba comiendo el pastel de bodas? Eso me hacía pensar en sexo.
¿Cuando en el ridículo baile del trencito en una barbaridad llamada “hora loca” ella pego su trasero a mi entrepierna? Eso me hacía pensar en sexo.
¿Cuando escuchaba comentarios sobre a dónde iríamos de luna de miel? Eso me hacía pensar en sexo.
Con respecto a este tópico, al cuestionar a Archie sobre un buen sitio de luna de m
