¿Quién se esperaría que el amargado, déspota y poco sensible de Aidan Bryrne se estuviese casando de una manera tan “romántica”?
Nadie y yo era uno de los que se sumaba a esa lista definitivamente. Porque es que si alguien quería ver una historia moderna de cuentos de hadas o de telenovela, allí estaba yo casándose con su secretaria / asistente.
Nadie me hablaba de otra cosa que de mi matrimonio con Elle Fernández, y eso que esta boda apenas duro pocos días de planeación. No me quería imaginar si hubiese durado el año reglamentario de los Bryrne o a esos indecisos que duraban dos años comprometidos para casarse y después durar dos años así. Era una comedia.
Pero yo me sumaría a esa comedia, porque de la nada dije que me casaría con Elle y de la nada en un año y algo más anunciaría que
