Ese día se había dicho a sí misma que tomaría el consejo del jefe y dejaría su mala actitud de lado a la hora de trabajar. No es que vaya a pretender ser una persona diferente pero tampoco puede permitir que sus emociones le nublen el juicio. Su segunda cita con Harry es el día de hoy y quiere dejar toda la negatividad de lado.
—Jefe... —dijo después de disponerse a hablar.
—¿Pasa algo? —preguntó él desde su escritorio sin alzar la mirada. —Llevas como treinta minutos en la puerta decidiendo si entrar o no. Si quieres algo solo dilo —agregó.
—Siento ser tan obvia —y por supuesto que lo estaba siendo después de haber pasado tantos minutos ahí parada observándole. —Solo quería recordarle que hoy había pedido un permiso para salir más temprano.
—Será el último permiso del mes —respondi
