Termine de arreglarme con un hermoso pegado al cuerpo vestido color rojo, con unas zapatillas de aguja color negras, me maquilles sutilmente, pero sin olvidar lo sexy y sensual que me tenía que ver y claro abajo llevaba puesta la hermosa lencería que había comprado en la tarde.
Todo estaba perfecto, solo faltaba que el llegará. Prendí las velas por qué al ver el reloj solo faltaban unos cuantos minutos para que llegara, tome mi lugar y espere. Y espere, paso media hora y nada, después la media hora se hizo una hora, de ahí dos y hasta que llegó la tercer hora. Yo me sentía cansada, la cena ya estaba fría, las velas estaban casi todas fundidas, y la botella de vino casi me la había acabado. Hubo un momento en el que me sentía tan preocupada ya que lo había llamado un sin fin de veces a su
