Luego de despedirse, Sam y Lili subieron a sus habitaciones; ella entró en su habitación y cerró la puerta, él por su parte dejó la puerta abierta, se dirigió a la ventana y observaba la calle, las montañas que se alzaban en la lejanía y sentía un extraño impulso de echarse a llorar pero no sabía si era por tristeza, por alegría o por rabia. Se sentía feliz de por fin saber algo sobre su familia, pero a la vez tristeza saber que los siete eran sus hermanos y rabia porque una historia así debería ser conocida por todos, los ancianos debían saber algo al respecto y nunca le dieron ni una pequeña pista sobre esto. Regresó la mirada al interior de la habitación, nada allí había cambiado pero él era una persona diferente, claro, si podía seguir llamándose humano ¿Qué era realmente? ¿Un ser ange
