Por Solange Se acercó a mí, creyéndose dueño de mi cuerpo, lo que no sabe es que me puedo estar muriendo por él, pero jamás me expondría a que sepa que Dante es su hijo. Pretendió seducirme. Claro que mi piel respondía a sus encantos y estaba sintiendo toda su virilidad, pero Dante estaba dando la última vuelta, eso me había dicho, y en un segundo iba a aparecer. Traté de empujarlo, pero Ema se pegó más a mí y me tomó de la nuca, tenía que evitar su beso a toda costa, por mi hijo y por… mí. No me gusta sentirme una mujer débil, no lo soy. No puedo serlo. Él me hirió mucho. Claro que al principio también lloraba porque no entendía porque no me podía amar y hasta me sentía rara y tonta. Esas fueron sus palabras. Pero logré superarme y él no iba a vencerme. ¿Vamos a otro lado? ¿Q

