Por Solange Recuerdo que miré a Ricky y dudé. Después de todo, por más hijo de puta que fuera Emanuel, seguía siendo su hermano. -Sí, lo conocés muy bien. Seguía dudando, pero yo también tenía que reconocer que mi hijo era su sobrino. -El padre es Ema… Su mirada me dijo que mis palabras lo tomaron por sorpresa, porque por un momento se quedó callado, pero sus palabras, las que salieron de su boca un momento después, me dijeron otra cosa. -Alguna vez lo pensé… Confesó. - ¿Él te dijo algo? -No, pero Dante se le parece, no sólo físicamente, sino en sus gestos, en su forma de mirar, no podría precisar en qué. - ¡Dios mío! ¡No quiero que se entere! - ¿Por qué? -Esa tarde… Le conté lo que sucedió, sin disfrazar nada. -Lo dije apenas comenzamos esta conversación, Ema no es el mejo

