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VICTORIA Mía día empieza como siempre, despierto más estresada que el día anterior, no siempre fue así, antes amaba mi trabajo, disfrutaba mucho aprender y desempeñarme como asistente. Tomo mi café con la esperanza de que me llegara una llamada diciendo que mi adorado jefecito había sido abducido por un ovni, o secuestrado por una manada de chimpancé salvajes, también he fantaseado con renunciara y volviera mi antiguo jefe. Pero hasta ahora nada de eso pasó y no puedo más que resignarme a aceptarlo, aunque siento que mi paciencia está agotandose, como también autocontrol . Siempre he sido una persona muy dócil, nunca tuve problemas por ser rebelde o por hacer cosas locas. Estoy llegando al edificio que u día supo ser mi segundo hogar, ahora no es más que el recordatorio de lo pequeña que soy y de lo insignificante que puedo ser para alguien. Cuando llego mi jefecito aun no esta y lo agradezco enormemente, podré organizarme antes de que llegue él con su mal humor y sus exigencias. Pero como no soy una persona que le sigue la buena suerte recibo una llamada desde el departamento de mantenimiento, debían hablar con mi jefe por problemas edificios, al parecer no quieren aprobar un presupuesto desde contaduria y ellos no pueden hacer su trabajo. Por ello necesitan hablar con mi jefe, él como el todo poderoso que es hará lo que deba hacer para que esto se solucione. Aunque entiendo el problema de esta gente no dejo de maldecir porque creí que me libraría por más tiempo de trabajar y de escucharlo pedir y exigir como si fuera un pulpo o una máquina. Lastimosamente tuve que llamarlo y contarle lo que sucedió, él llegó en menos de veinte minutos y mi día no hizo más que empeorar. -Lo odio!!! Lo odio!!!-salí pensando del despacho de Dante, el hijo engreído del MEJOR JEFE DE LA HISTORIA el Sr. Mario Cassanova. Siento que estoy pagando algún mal de otra vida aguantando a este jefe y lo peor de todo es que es nuevo. Asi que tiene mucho hilo en el carretel. Desgraciadamente al Sr. Mario hace dos meses se jubilo por recomendación médica, desde hace dos meses cada día me replanteo dejar este trabajo, jamas creí desear tanto dejar de trabajar para esta empresa, para mala suerte mía no tengo otro trabajo a la vista.1 No me presente aun, soy Victoria Silva García, tengo veintidós años y desde los diecinueve trabajo en la empresa de los Cassanova. Soy de tez blanca, mi pelo es n***o muuuy n***o, mis ojos son color miel con pequeñas manchas verdes, contextura media. No estoy tan alejada del prototipo de mujeres que vemos en la tele, debería bajar unos kilos para verme así, pero como me importa una mierda, seguiré comiendo comida chatarra y tomando tragos que me encantan. Cuando el Sr. Mario me contrato no tenía ni p... idea de lo que debía hacer una asistente, pero él con mucha paciencia me enseño, me preparo muy bien para ocupar un cargo tan importante como su asistente,eso sí, yo estaba muy dispuesta a aprender y me empeñe mucho para estar a la altura de las expectativas, las primeras veces tuve algunos olvidos y me había equivocado en algunos horarios de reuniones, pero nada grave, después del primer mes todo fue viento en popa. Curse un semestre de Universidad, estaba estudiando contaduría, siempre fui buena para los números, pero papá falleció y tuvimos que usar mis ahorros de estudio para compensar el dinero que faltaba, ya que en casa siempre trabajaron mis dos padres. Intente trabajar y estudiar al mismo tiempo, pero no podía, admiro a la gente que lo puede hacer. Y ahora acá estoy, en mi escritorio redactaste por décima vez una nota que supuestamente para Dante está mal.Quiero gritar, quiero llorar, quiero arrancarle la cabeza de cuello, mientras tecleo estoy imaginando mil maneras de matarlo. No entiendo que más quiere que ponga o saque de la nota, no estoy redactando la constitución o un tratado de paz, es una simple carta de agradecimiento para un nuevo socio. Antes de tocar para entrar a su despacho muevo mis hombros, respiro profundamente, sacudo mis extremidades, me siento como un boxeador a punto de pelear, estoy a punto de subir al ring. No entiendo porque me trata así, lo escuche hablar y REÍRSE con casi todos los empleados de su empresa, pero conmigo es un maldito ogro engreído, patán, mal humorado, sexy, atrevido.... Bueno lo ultimo lo dijeron mis hormonas, no yo. No puedo negar que esta que se parte, pero eso no le quita lo idiota. Golpeo y espero su "PASE". Una vez frente a su escritorio estiro la mano y le comunico que redacte nuevamente la nota tal cual élme pidió que hiciera , la leyó y me hace un gesto con la mano para que me retire. No dije nada, me retire cabreada, esa fue la gota que rebalsó el vaso, ni que fuera un animal, lo peor de todo es que no es así con todo el mundo es solo conmigo. Pero se termino, RENUNCIO!!!
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