Conexión inmediata.
Edna estaba molesta porque le había entregado dinero a esa desconocida. Si todo lo que la señora me había mencionado era verdad. Esa mujer se iba a empezar a acercar a mí.
No era muy agraciada, llevada su dentadura torcida y le hacía falta un poco de estética.
Cosa que no era un problema para mí porque conocía a los profesionales indicados.
—¿Qué hago cuestionándome sobre su físico? —dije en voz alta y Edna de inmediato abrió sus grandes ojos.
—¿Qué no te gusta de mí? ¿Estoy muy gorda? ¿Qué sucede? —preguntó de forma irritante.
—No cariño, eres preciosa. Solo estaba pensando en voz alta. —Intenté sonar convincente
—Pues si es conmigo, puedes decirlo sin ningún temor. Es que le das tantas largas, sabes que me traes loca desde hace muchos años. ¡Sácame de esta
