Planes imprevistos. Pude recuperar el auto, claro, después de pagar un montón de dinero. Esa chica me derritió con su forma de ser. ¡La necesito en mi vida! Desde que empecé a tratarla supe que tendría muchas barreras por vencer. Pero descubrirá que no estoy jugando con ella. Es auténtica y eso me flechó. Pero tal vez y lo que le fastidia es mi modo de vestir. Pues no tengo ropa como la que usan allá en ese lugar. Así que hoy, después de llevar el auto a la aseguradora, me iré de compras… ¿Qué tan difícil puede ser? Mi ropa siempre me la confecciona un estilista y me la lleva a la casa. Pero hoy quiero ir a esos mercados donde se elige lo que uno desea. Lo hice, llegué a esas tiendas y me iba volviendo loco, muchas mujeres me halaban y se peleaban entre ellas para atenderme. Me sentí

