Ese día me había quedado hasta tarde en la escuela. Jane me había atacado con preguntas y logré salir vivo por milagro. En cuanto llegué a mi casa, un carro n***o y caro estaba estacionado enfrente de ella. No pude evitar el pensar que ciertas personas estaban ahí y corrí hasta la puerta principal. La verdad era que mis padres sabían que tenía un trabajo de medio tiempo pero ignoraban que era. Ellos siempre habían sido muy abiertos conmigo y me dejaban hacer las cosas, nunca me preguntaban nada que no quería que preguntaran y esperaban a que yo les dijera lo que pasaba. No sabía de qué manera iban a reaccionar si les decía que mi trabajo de medio tiempo era de actor porno. Abrí la puerta con manos temblorosas y caminé por el pasillo de entrada hacia el comedor. – ¡GABRIEL MARTINEZ MONTO

