Estoy de camino a casa; es temprano y aun así hay muchas personas en la calle, van y vienen concentrados en sus oficios. El viento que golpea mi rostro es agradable; me recuerda a los que recibía todas las tardes en mi hogar, cuando montaba mi bicicleta todos los días al regresar de la escuela.
Recibo una llamada de un número desconocido y restándole importancia contesto.
—Aló.
—Hola, Eunji, Eh soy Sooho —dice el chico que pasó casi todo el día conmigo y Yoona, es demasiado increíble pensar que ahora soy amiga de dos chicos tan guapos.
—Hmm si, dime.
—Eh, veras, te estoy llamando porque quería saber, si te gustaría ir conmigo mañana a comer.
—Comer ¿Qué me quieres decir? —pregunto, sorprendida ante tal situación. Lo acabo de conocer y aunque fue muy divertido conversar con él, realmente no me esperaba que me invitará a salir tan pronto.
—Hmm, una cita. Quería saber si quieres tener una cita conmigo —De repente siento como si alguien estuviese detrás de mí y volteo para mirar. No veo a nadie— ¡Eunji! ¿Estás ahí? —pregunta él ante mi repentino silencio.
— ¿Eh? si, disculpa, Sooho. Si está bien salgamos —le respondo distraída.
—Enserio ¡genial! Entonces nos vemos mañana adiós —se despide contento.
—Adiós —Cuelgo. No sé pero por alguna razón no estoy emocionada, no es por Sooho, él es un chico lindo y agradable pero, no lo sé. No me gusta.
Continúo con mi camino y apenas llego a mi nueva casa, saco un vaso de helado de la nevera y me siento sobre el sofá, enciendo la TV para ver un drama; mientras como mi helado. De repente las noticias interrumpen.
~["Este hombre del que no se conoce identidad y el cual se ha caracterizado por dejar frases en los cuerpos de las víctimas o en las paredes, también por siempre usar una máscara...
Esta mañana fue encontrado un cadáver en..."]~
Suena mi celular, es Yoona. le bajo el volumen al TV y contesto.
—Ciao (hola) Yoona.
—Que haces.
—Nada, te tengo una noticia.
— ¿Qué es? Dime —chilla entusiasmada y yo río.
—Sooho me invitó a comer —suelto y la escucho gritar emocionada.
— ¿Aceptaste?
—Sí, pero...
—Pero que, Eunji —cuestiona y yo suspiro preocupada.
—No sé. No puedo negar que Sooho es divino, y que cualquier chica estaría encantada de salir con él pero yo creo que, no me gusta.
— ¡QUE! acaso eres bruta o que, ¿cómo no te gusta un chico como él?
—Lo sé, soy una bruta pero yo no quiero que él se haga ilusiones con algo que no va a suceder.
— ¿Y qué vas a hacer?
—No sé —dudo—. Saldremos pero sí noto que él quiere algo más que mi amistad, voy a tener que aclararle las cosas.
—Puedo escuchar desde ya un corazón partiéndose en pedacitos —bufa y yo suspiro, no quiero que él se sienta mal pero no puedo dejar que piense que seremos algo más que amigos.
***
—Gracias —le digo a la chica que nos trajo la comida y ella se retira. Estoy con Sooho en un restaurante muy elegante, usando un vestido rojo ajustado y el cabello recogido.
—Nunca pensé que aceptarías salir conmigo —murmura Sooho bebiendo de su vaso. Hubiese deseado, que la persona que me invitó a una cita no fuese Sooho, sino Yuntae.
—Está muy rica la comida, gracias —digo tratando de cambiar el tema y haciendo que él me mire confundido.
Estoy actuando como una tonta, es porque estoy nerviosa.
—Te vez muy hermosa hoy —dice para luego, regalarme una sonrisa genuina.
—Gracias, Hmm Sooho, ¿por qué me invitaste a salir? —lo miro. Quizás, es muy obvio pero quiero estar segura.
—Bueno ¿por qué me preguntas eso? —murmura aturdido el chico guapo: Vestido con una bella camisa manga larga de color blanco y unos jeans que le quedan muy bien, sobre todo que resalta el buen cuerpo que tiene.
— ¿Yo te gusto? —le pregunto seria y él da un sorbo a su vaso.
—Sí, me gustas —me contesta nervioso. Eso era lo que me temía y creo que será mejor ser sincera con él.
—Quizás pienses que soy una bruja sin sentimientos, pero tengo que ser sincera contigo —digo y muerdo mi labio.
—No te gusto, ¿verdad? —Abro los ojos sorprendida por la tranquilidad con la que lo dice; sin embargo, puedo notar un poco de decepción.
Asiento lento en respuesta.
—Sooho, yo solo puedo ofrecerte mi amistad, solo eso; además nos acabamos de conocer. —Pasan unos segundos en un incómodo silencio y luego él da un suspiro y me mira.
—Bien, me conformaré con tu amistad pero también seré sincero contigo, no voy a darme por vencido contigo, tú lo dijiste nos acabamos de conocer, quizás con el tiempo tú me puedas dar una oportunidad —susurra, para luego me brindarme una sonrisa de labios cerrados y continuamos comiendo.
No esperaba esa reacción, me sorprendió mucho pero eso solo habla muy bien de él, Significa que es alguien maduro...
*
Después de comer, Sooho me acompaña a casa, me despido de él un poco incomoda y apenada.
Entro a casa y colocó mi bolso n***o en la mesa de la sala y me quito los incomodos tacones e inmediatamente Yoona me llama, no sé por qué le dije que saldría con Sooho. Contesto la llamada.
—Aló, Yoona —digo acostándome en el sofá.
—Dime, ¿como te fue? ¿Que sentiste cuando lo rechazaste?
—Yoona no lo digas así, yo solo le aclaré las cosas.
—A eso amiga mía, se le llama "RE-CHA-ZAR" —aclara la última palabra.
—Ya, mejor cambiemos de tema —Corto abruptamente—. Sabes últimamente, siento como si alguien me estuviese siguiendo, como si me vigilaran todo el tiempo.
—Que, ¿a qué te refieres? —me pregunta muy confundida. Pero, no sé, quizás solo estoy exagerando.
—No, no es nada, solo bromeaba.
— ¡Oye! no es gracioso —Nos reímos.
"Tac"
¿Qué es eso? escucho un ruido y me asusto.
—Yoona, espera un momento, tengo algo que hacer —le aviso mientras me levanto del sofá.
"Tac"
Mi corazón comienza a latir rápido. Camino hacia de donde proviene el sonido. El sonido se escucha en la cocina. Entro lentamente a la cocina y enciendo las luces, no veo nada.
"Tac"
Ahora creo que viene de una de las ventanas. Me acerco lentamente a la ventana pero me asusto aún más cuando veo la imagen a través de la cortina rosada; veo la sombra como de una mano y está sosteniendo un cuchillo.
"Tac"
La punta del cuchillo está golpeando el vidrio de la ventana, me congelo por unos segundos ¿Sera qué es lo que estoy pensando? ¿Eso es un cuchillo?
Reacciono y decido quitar la cortina para ver qué es lo que está del otro lado de la ventana. Estiro mi mano y sostengo la cortina, la apartó lo más rápido que puedo.
— ¡Ah! no es nada, solo es una rama golpeando la ventana ¡hay! Mi imaginación es muy grande —Cierro la cortina y apago las luces.
Salgo de la cocina y vuelvo a hablarle a Yoona, quien ha estado esperando mucho tiempo en el celular.
***
Estoy caminando un poco distraída por la universidad, los estudiantes van y vienen conversando alegremente. Me duele un poco el brazo es que está mañana desperté en el suelo, supongo que caí mientras soñaba con aquella sonrisa ladina.
— ¡EunjiI, espera! —grita una voz masculina muy familiar, y me giro para ver de quien se trata.
— ¿Yuntae? —murmuro, mis ojos se abren y mi corazón comienza a dar fuertes latidos. Él se acerca caminando con esa hermosa sonrisa que lo caracteriza.
—Me enteré de lo que pasó anoche —dice colocándose frente a mí; mientras acomoda su mochila sobre su espalda.
— ¿Que? —Es lo único que sale de mi boca ya que mi mente no reacciona, eso me pasa cada vez que lo veo; es que el irradia tanta elegancia, su manera de vestir es tan sorprendente: Lleva un suéter marrón cuello alto y una abrigo n***o que le queda espectacular, junto con un pantalón clásico, parece como si estuviera en una sesión fotográfica.
— ¿Que no es verdad? que rechazaste la confesión de Sooho —me pregunta mirándome fijamente.
—Ahh, si y ¿cómo te enteraste? —cuestiono, despertando de ese trance en el caigo cuando él me sonríe.
—Bueno —Trata de decirme, cuando de repente, levanta rápidamente su brazo izquierdo, y con su mano detiene una pelota que venía en mi dirección.
Me sorprendo ya que el detuvo y atrapo la pelota sin dejar de verme a los ojos, tiene muy buenos reflejos. Su expresión ha cambiado a una un poco más seria.
—Disculpen, de verdad lo siento mucho —nos dice un chico acercándose a nosotros y se inclina frente a mí, Yuntae lo mira serio, pero vuelve a sonreír animadamente.
—No te preocupes, no pasó nada, solo ten más cuidado —le aconseja al chico y le devuelve la pelota. El chico vuelve a inclinarse y se va corriendo. Miro a Yuntae.
—Deberíamos seguir caminando —recomienda y comienza a caminar. Lo sigo en silencio un poco asombrada por sus buenos reflejos. Entramos y caminamos lento por los pasillos.
—Sobre tu pregunta, fue Sooho quien me lo dijo, él estuvo tomando y luego me llamo para que lo fuera a buscar al bar donde estaba.
— ¿Enserio? ¿Se encuentra bien? —le pregunto.
—Sí, lo estará, él solo necesita tiempo —dice divertido, estoy completamente perdida viéndolo que choco con alguien.
— ¡Oh! lo siento —digo y levanto la vista para encontrarme con la llamada diosa de la universidad. Ella está muy molesta y me mira con odio.
— ¿Qué te pasa? ¡Eres ciega! Quien te crees que eres eh. Eres una tonta —me grita Susi furiosa, quien lleva un vestido n***o ajustado y muy corto, quizás muy atrevido.
— ¡Oye! ¿Por qué no contestas? de verdad eres una tonta.
Continúa gritando mientras me empuja con su mano y cuando lo intenta hacer de nuevo Yuntae la sujeta del brazo con fuerza. Ella se sorprende al verlo y en sus mejillas un tenue color rosa se hace presente. Él le lanza la misma mirada seria que le dio a aquél chico.
—Ella ya te pidió disculpas, Susi y además eras tú la que iba distraída —aclara y luego le suelta el brazo.
Ella me da un vistazo con cara de asco y se va prácticamente echando humo. Miro a Yuntae y él me sonríe.
—Bien, hablamos luego, Eunji —se despide y se aleja. Vaya que fue todo eso, porque esa chica es así de odiosa ¿será que a Yuntae le gustaran las chicas que se visten así? y yo vestida con un short y una camisa blanca con un pequeño estampado que dice "Love me" como si fuera una bebe.
No espera si le gustara no la hubiese tratado así y mirado de esa forma tan rara... Las clases han estado aburridas y aún que trate de ponerle atención al profesor, no puedo así mejor escribo cosas sin sentido en mi libreta.
Después de clases fui con Yoona a un club; a ella le gusta mucho bailar y beber alcohol, y ahora tomó de excusa mi cumpleaños para ir a celebrar.
No estamos solas, Sooho y Yuntae también están aquí bailando y divirtiéndose con nosotras. Los chicos me reclamaron no decirles nada respecto a que hoy es mi cumpleaños número veintiuno pero ya qué más da, estamos celebrándolo.
Llevo horas bailando y me duelen mucho los pies, quizás sea hora de irnos pero antes voy a terminar de bailar con el chico que hace latir mi corazón.
**
Abro la puerta de mi casa, estoy cansada, ya es muy tarde y debo admitir que tomé más de la cuenta. Subo a mi cuarto, abro la puerta, entro y la cierro de inmediato. El cuarto esta oscuro, solo hay una pequeña luz que viene de la ventana. Pongo mis cosas en la cama y enciendo la lámpara.
Levanto la vista hacia la ventana, y aun lado de ella veo un alto torso. Me sorprendo, observo detalladamente: Es un hombre que está recostado sobre la pared, está totalmente vestido de n***o y lleva una máscara blanca en el rostro. Un flechazo de mi cruda realidad le indica a mi cabeza quién está frente a mi
¡El asesino!
Un escalofrió recorre mi cuerpo y mi piel se eriza. Creo que todo el alcohol que tomé hace un rato ha desaparecido por completo.
Él hombre tiene un arma en la mano derecha y con la otra mano la acaricia. Me asusto, mi cuerpo comienza a temblar al recordar lo que vi en las noticias el otro día. Quisiera correr pero estoy congelada
—¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué estás aquí? —le pregunto temblando.
Él se acerca sin decir una sola palabra, se posiciona frente a mí y guarda el arma en la parte trasera de su pantalón.
—Te quiero a ti —murmura con una voz gruesa y suena un poco extraña por la máscara.
Se acerca más a mí y como instinto retrocedo hasta chocar con la pared. Él levanta sus brazos alrededor de mí, a la altura de mis hombros acorralándome e impidiéndome salir. Lo único que deja ver la máscara son sus ojos.
Ojos negros que irradian oscuridad y maldad.
—Vine por ti, porque quiero todo de ti —susurra sin dejar de mirarme.
— ¿Por qué-Por qué a mí? —digo muy asustada. Sin darme cuenta una lágrima sale de mis ojos y recorre mi mejilla. Él quita su brazo derecho de la pared y desliza su dedo pulgar sobre mi mejilla para limpiar mi lágrima.
Al sentir su tacto, una electricidad recorre mi cuerpo y las paredes del abdomen se me contraen dándome una horrible sensación de no poder respirar.
Rápidamente me aparto de él logrando salir por el espacio que hay libre. Alcanzo a correr lejos de él y me dirijo a la puerta.
Cuando intento abrirla, él aparece de nuevo y la cierra bruscamente. Me da un fuerte golpe en el rostro, mismo que me hace caer estrepitosamente al suelo. Saca su arma rápidamente y me apunta con ella. Retrocedo llorando asustada hasta chocar con la pared, en este momento el ardor que siento en mi cara no le llega ni a los tobillos al temor que siento de que este hombre este aquí.
—No te muevas —me ordena mientras guarda el arma en la parte trasera de su pantalón. Asiento temblando, él se coloca en cuclillas frente a mí y saca de sus bolsillos unas bridas.
Extiende sus brazos para luego sujetar mis dos manos y unirlas. Las presiona con tanta fuerza que deja unas marcas rojas en ellas. Él Ata fuertemente mis manos con una brida y cuando toma mis piernas para amarrarlas.
Con mis manos lo empujó con todas mis fuerzas, acción que lo hace perder el equilibrio y cae al suelo. Aprovecho esto y salgo rápido del cuarto pero antes de siquiera poder bajar las escaleras, aquél hombre me detiene sujetándome del cabello
— ¿A donde crees que vas? —gruñe tirando de mi cabello. Inmediatamente me doy cuenta que cerca de las escaleras -justo a mi lado- hay una mesa con un jarrón de vidrio templado, así que lo tomo con mis manos aún atadas, me doy la vuelta hacía él y lo rompo en su cabeza. Él me suelta y cae al suelo nuevamente.
Giró con dirección a las escaleras e intento bajar pero siento que una mano me sujeta el tobillo izquierdo, lo cual me hace perder el equilibrio y termino cayendo aparatosamente por las escaleras. Doy giros y giros hasta que me estrelló con el final de las escaleras.
Al llegar al suelo, todo mi cuerpo duele, gracias a Dios y no eran tan altas y creo que no me rompí nada. Con el corazón a mil y mi adolorido cuerpo temblando me levanto del suelo e intento seguir con mi huida. Pero un fuerte dolor en mi tobillo derecho me lo impide, duele demasiado creo que me lo torsi. ¿Qué hago? no puedo caminar bien.
El desespero y la frustración me invaden, al recordar que allí arriba hay un asesino. Decido ignorar el dolor y comienzo a caminar lo más rápido que puedo.
— ¡¡QUE DIVERTIDO!! —lo escucho gritar con un tono de voz divertido. Giró un poco mi cuerpo y miro hacia arriba. Lo veo inclinado sobre las escaleras mirándome. Vuelvo la mirada hacia la puerta, que ya está a pocos pasos.
— ¡Vamos! ¡Juguemos; te doy diez segundos para que te escondas, sí te atrapó te mato! —amenaza y mi corazón quiere salirse de mi pecho. Tengo tanto miedo que mi cerebro ha dejado de funcionar, mi cuerpo se mueve por sí solo.
Logro salir a la calle. Unas gotas frías caen sobre todo mi cuerpo y unos truenos resuenan fuertemente en mis oídos. No había notado que estaba lloviendo. Corro por la calle un poco torpe debido al dolor en mi tobillo.
— ¡Auda! ¡Alguien! ¡Por favor, ayúdenme! —grito desesperada pero los truenos ahogan mis gritos, no creo que alguien me escuche.
No avanzo mucho cuando siento que aquel tipo me sujeta de la cintura, y me levanta sobre su hombro con mucha facilidad, como si de una pluma se tratara.
— ¡NO! ¡AYUDA!