Zoe
Abrí mis ojos con la esperanza que lo sucedido anoche fuese una pesadilla, mire hacia el piso y gracias a Dios, aquel hombre ya no estaba, no pude evitar respirar tranquila.
Sé que lo que hice anoche estuvo mal, tu bien sabes señor que yo nunca miento, pero la vida de ese hombre estaba en peligro.
Me puse de pie, limpie mis ojos y caminé hacia el baño, tuve tan mala noche que aún tengo sueño, abrí la puerta del baño, pero hubiera preferido nunca abrirla.
—¡Ahhh! —grité al ver al hombre de la noche anterior completamente desnudo en mi ducha.
—¡Hermana por favor no grité! —dijo aquel hombre, mientras llevaba sus manos a sus partes íntimas.
—¡Tápese por favor! —dije apunto de desmayarme, bueno en cierta forma sentí que el aire de mis pulmones estaba apunto de abandonar mi cuerpo, que prácticamente me fui de espalda.
—¡Hermana! ¡Hermana! ¿Se siente bien? —escuche un suave murmullo casi que en mis oídos, ¿Acaso eran los ángeles, que el señor me había enviado?.
Abrí mis ojos lentamente, y no puede ser, estaba en brazos de aquel hombre, quien tenía su torso desnudo, el agua bajaba de su pecho, y sus ojos brillaban más que nunca.
—Sii…. —tartamudee, aún sin poder reaccionar del todo.
”Dios bendito “ grité internamente al ver que mis manos estaban justo en el torso desnudo de aquel hombre, el cual el agua resbalaba haciendo que por poco y mi alma abandonara mi cuerpo.
—Tranquila hermana, no vaya a gritar nuevamente, en este momento la pongo en el piso, pero por favor no se vaya a desmayar nuevamente, se lo pido —dijo con una voz ronca, que hizo que todo mi cuerpo se estremeciera por completo.
Moví mis manos rápidamente, por dios sentía que me estaba incendiado del calor, quiera tener un ventilador en este momento, si, eso necesito un ventilador
—¡Por favor vístase y salga en este momento de mi habitación —dije apunto de abandonar mi cuerpo, alma y espíritu Santo.
—¡Hay hermana! Le pido de corazón una disculpa! —dijo tapando su cuerpo desnudo, se muy bien que los seres humanos somos claramente una maravilla creada por Dios, pero vaya, yo nunca pensé ver la maravilla de un hombre en vivo y en directo.
Dios apiadate de mí, y haz que este hombre salga rápido de mi habitación. “Dios”, abrí mis ojos al ver que yo tampoco estaba en fachas, “hay” llevé mis manos a mi cabeza, creo que ahora sí me voy al infierno.
—Hermana, ¿Se siente bien? —dijo aquel hombre sacándome de mis pensamientos.
—No me vuelva a tocar, y por favor, termine de asearse y salga de mi habitación —exclame y salí corriendo como alma de pena.
Tome una bata y tape mi cuerpo, me senté en el borde de la cama y recé diez padres nuestros y diez ave marías, se que me voy a quemar en el infierno, no, me estoy quemando, mi cuerpo está más caliente que nunca.
Esperé aproximadamente cinco minutos hasta que aquel hombre saliera del baño, solo espero y está vez este totalmente cubierto.
—Listo hermana, y una vez gracias por salvar mi vida —dijo sacándome de mis pensamientos.
—Por favor, retírese —dije con mi alma apunto de abandonar mi cuerpo.
El solo me sonrió, dejándome ver una reluciente y hermosa sonrisa, negué, y me heche la bendición. Después de respirar tranquila por fin me di un fuerte baño, en verdad lo necesitaba, creo que estaba apunto de pisar el infierno, mi cuerpo estaba completamente caliente y yo no sabía porque.
Salí de mis aposentos y camine hacia el salón para tomar mis alimentos, pero vaya había un completo remolino, todas la hermanas estaba reunidas cuchilliando.
—!Hermana! Ya te enteraste —dijo una de las hermanas realmente emocionada, la verdad moví mi cabeza en negación, por qué no sabía a qué se refería.
—No hermana, ¿De que debo enterarme? —dije mientras alzaba una ceja.
—¿Que acaba de llegar el nuevo padre, ahora sí vamos a tener padre para oficiar las misas para nuestros pequeños —dijo. Sonreí por fin llegó el sacerdote.
Sonreí realmente emocionada desde que padre José se había retirado, ya nuestros pequeños del orfanato no escuchaban la santa misa.
—¡Que bendición! —dije.
—¡Si! La madre superiora quiere que vayas y le indique al nuevo padre absolutamente todo el orfanato, ah y que le enseñes su dormitorio —dijo la hermana, asentí y salí con dirección a donde la madre superiora, espero que el nuevo padre sea un alma de Dios
—¡Puedo! —dije tocando suavemente.
—Pasa Zoe —dijo. Así que entre, al frente de ella había un hombre alto, vestido de n***o, al que escasamente podía ver su espalda.
—¡Zoe! Te presento a Max, el será el nuevo padre —dijo.
Casi me voy de espalda al ver quién era el hombre, mi cabeza dió vueltas al igual que mi cuerpo, el cual se fue hacia atrás, con tan mala suerte que caí justo en los brazos de aquel hombre, quien resultó ser el nuevo padre.
—¡Hermana! ¡Hermana!, ¿Se siente mal?—hablo Max, mientras su mirada se clavaba justo con la mía.
—Si, digo no, estoy bien, solo que no he desayunado —dije ante la mirada atonita de la madre superiora, bueno, es que no esperaba ver al hombre que durmió en mi habitación en la noche anterior, justo en frente de mi, o más bien, yo justo en sus brazos.
—¡Zoe! Por Dios, como no comiste algo, afortunadamente mi sobrino estaba cerca de ti, o te golpeas fuerte en la cabeza —dijo.
Me recompuse y rápidamente me separé del nuevo padre.
—Mucho gusto padre, y disculpa por este recibimiento —dije estirando mi mano. Sus manos se estiraron y su mirada se clavo con la mía, Dios, creo que ahora sí me voy al infierno.