Max
Esto era de no creer, primero por poco y me ahogo y ahora en verdad nos robaron la ropa, por mi no hay problema, no es la primera vez que corro desnudo por las calles, claro esta las veces que lo hice fue porque estaba apunto de ser descubierto por los esposos de mis amantes.
Pero ahora es distinto, ahora no se trata de mi, si no de ella, de la mujer que ha despertado todo tipos de sentimientos en mi ser, la misma que sueño con tener noche tras noche en mis brazos y hacerle el amor hasta el amanecer.
Me siento tan impotente de no poder hacer nada y ver su cara de preocupación, bueno tendré que hacer algo y ya.
—Zoe, ya quita esa cara, lo solucionaremos —dije mientras le tomaba la mano, la misma que provoca miles de sensaciones por todo mi cuerpo.
—Padre, como quiere que no me preo
