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2160 Words
Cuando Randy llega a casa se pone la mesa y comemos. Becky tiene una nana que la ayuda, y ella se ha encargado de cocinar. -¿Que tal tu dia? —Pregunta Becky. Walter se ha quedado dormido. Aileen ha terminado de comer y ha pedido permiso para levantarse de la mesa, así que solo estamos los tres. —Uno de nuestros viajes con mercancía se ha perdido. Nuestra perdida de dinero es algo grande —Randy está frustrado, pero no lo hace ver. Sonríe a su esposa. —Que mal, amor —Becky toma sus manos y le da un beso en los labios. —Sé que tu empresa se recuperará. —Lo sé, también. Y con tu apoyo lo haremos muy rápido. Te amo —se acerca él y le devuelve el beso. Hago sonar mi garganta, se siente incómodo el ambiente sin mi pareja. —Discúlpanos —dice Becky sonrojada. —No te preocupes. Sé que tienes que darle motivación a Randy por su día. Pero queda la noche también para hacerlo —le susurró esto último a ella con un guiño. Randy se hace una idea de lo que digo, porque ve a Becky sonrojarse. Él se ríe. —Emma, deja a mi esposa. La única persona que puede hacerla sonrojar soy yo, y eso lo haré en la noche —la piel de Becky está ahora en llamas. -¡Randy! —Grita. —Amor, Emma sabe de estas cosas. Ambas parejas están casadas, imagínate las cosas que Fredy le hace —ahora es mi turno de sonrojarme. —Ahora sonrojas a mi amiga —Randy está riéndose a carcajadas. No puedo creer que lo haya dicho. —El único que puede hacerme sonrojar es mi esposo, Randy —sonrío aunque no quiero hacerlo —y sabemos cómo lo hace. Ahora todos reímos en la mesa. Randy está riéndose tan fuerte que pienso ha de levantar a los niños. Y a Becky le saltan lágrimas de alegría. Mi panza salta con mis risas y comienza a moverse. A ella también le gusta esto, y uno de los momentos más hermosos suceden. Me patea. Me detengo conmovida y atónita. —¿Qué sucede? ¿Se te rompió la fuente? —Todos paramos de reír. —Está pateándome —estoy conmocionada y feliz. Ambos se levantan y están a mi lado tan rápido para ver el suceso más importante para mí. Es la primera vez que patea. Y Fredy no está aquí para verlo y sentirlo. Lágrimas saltan de mis ojos. —Pronto estará aquí —dice Becky. —Llegará a tiempo. Espero que así sea. Ella pone una mano en mi vientre y siente las pequeñas patadas. La siente, y le habla. Ella respondió con una patada. Después Randy pone la mano en mi vientre y veo sus ojos brillar, él está tan feliz y sé que lo hace recordar a Becky embarazada. Y una vez más vuelvo al pasado. A él diciéndome que quería otro bebé. Que después de que Walter estaba más grande, quería embarazar a Becky. Y aunque ella estaba renuente a no tener otro bebé, y yo sabía por qué. Él me dijo que no le diría nada y le haría un bebé una noche de estas. Me hizo reír en la forma que lo dijo, pero esa risa se convirtió en lágrimas de tristeza, porque él no sabía que ella no quería tener por el momento un bebé porque quería tomar un tratamiento y estaba pensando en decirle la verdad sobre su enfermedad. Ese era el motivo. —Después del tratamiento y de que sane. Le daré todos los bebés que quiera, le pediré que me haga los que quiera —Me dijo Becky, sonreí. Sus ojos se conectan con los míos. Y sé que está pensando en la conversación que tuvimos unos días en la barbacoa de su casa. Veo en ellos esperanzas, y no soy quién para quitárselas. La mano de Randy y de Becky están juntas sintiendo las pataditas de mi bebé. Becky tiene una mirada desconsoladora y triste, porque sabe que no puede darle bebes ahora, cuando él los quiere.  —¿Sucede algo? —La voz de Fredy me hace quitar esos pensamientos de mi cabeza. Nadie se había dado cuenta de que él había llegado y estaba en el comedor. —Está dando sus primeras pataditas —anuncio feliz. Fredy corre a mi lado, y mis amigos se hacen a un lado para darnos espacio. —Es ella. Hola hermosa, es papá. Estoy aquí, espero estés preparada para conocer a tus papis. Le habla a mi panza por unos largos minutos hasta que deja de patear, creo que se ha dormido. —Se ha cansado, tal vez mañana quiera volver a hablar con nosotros. —Mañana no iré a trabajar, no quiero perder otra vez este momento. —Está feliz y lleno de esperanzas. Nos despedimos de nuestros amigos. Y siento una melancolía cuando me voy de su casa y entro al auto, tal vez fue porque vi la derrota de Becky en sus ojos, ella estaba dejándose caer, y no quería eso. Yo la quería con esperanzas, pero ella las había perdido. Mi corazón se estruja tan fuerte que mi bebé pateó porque sintió lo mismo que yo. Esta vez no le dije a Fredy que había pateado, porque fue por un momento de tristeza y no de alegría. Fredy cumplió con su palabra. No fue a trabajar al día siguiente ni los días siguientes de esos. Solo cuando vio que la bebé no iba a patear hasta que ella quisiera, no fue al trabajo. Y justo así, parecía que necesitaba que el papá se fuera de casa para que ella empezara a patear. —Creo que no le gusto. Patea solo cuando no estoy —había dicho triste. —Eres su papá. claro que te quiere, no seas absurdo. Tal vez solo quiere jugar o se despierta en ese momento. Hizo un puchero. -No te creo. Puse los ojos en blanco. —Ella te ama. Ambas te amamos —lo besé y justo en ese momento ella pateó. Sus ojos se abrieron de par en par. —Está pateando. —Chilló. Eso me hizo reír. —Vez. Ella te ama, así respondió. —Yo igual te amo, hermosa. Ya quiero conocerte —besó mi vientre y eso me hizo la mujer más feliz del mundo. *** Un mes después tuve a la hermosa sietemesina en mis brazos. Nació antes de tiempo, pero estaba saludable. Fredy lloró de alegría. Y yo igual. Ella era hermosa, y tan pequeña, juramos protegerla de todo y todos. Solomos encerrarla en una torre para que nadie pudiera hacer daño, una sobreprotección de padres. Le pusimos Megan. Y era nuestra luz. Becky vino a visitarnos el día que mi hija nació. Randy se había quedado a cuidar de los niños. Al día siguiente fue él. Ese día que Becky vino, lloró. Y no solo porque por fin conocía a su sobrina, sino que lloró porque quería tanto darle un baby a Randy que se puso melancólica. Y sé que estaba viendo un futuro el cual ella pensaba no pertenecería. —No está funcionando —me dijo ese día. —Creo que no podré seguir con esto. —Becky, no te rindas ahora. Hazlo por tus hijos. Por Randy. —Es el motivo por el cual lo hago. No puedo darme falsas esperanzas. —Lo había dicho con tanta determinación que me asustó. —No me quites a mí las esperanzas de tenerte a mi lado, no lo hagas. No nos hagas esto, por favor. Sonrió tristemente. —Lo intentaré una vez más. Y lo haré también por esta hermosa sobrina que tengo ahora —besó a mi hija en sus brazos. Vi un brillo nuevo en sus ojos, una determinación que llegó a ella con nuevas esperanzas. Eso me hizo aletear el corazón. Becky estaba de vuelta. Mi hija le dio nuevas esperanzas para seguir luchando, y eso me hizo feliz. *** El tratamiento estaba funcionando como esperamos. Ella ha decidido decirle a Randy. Dijo que después de que viera a su especialista le diría. —Me ha llamado mi neurólogo. Dice que le han llegado mis resultados, sabremos si realmente si funcionó contra el tumor, si pudo reducirlo para después entrar a cirugía y removerlo completamente… —hubo un silencio al otro lado de la línea. —Sé que puedo hacer esto. —Yo lo sé. Eres una mujer fuerte, llámame después de que hayas hablado con tu neurólogo. —Emma. -Moneda de diez centavos. —Gracias por apoyarme en todo y siempre estar ahí para mí. Gracias amiga. Te amo. —Su voz se quebró. Lágrimas cayeron de mis ojos. —Yo igual te amo amiga. Confía en mí, todo saldrá bien. —Eso espero. Una hora después ella me llamó. Dejé a mi hija durmiendo y tomé la llamada. —Resultó, verdad —estaba sonriendo porque mis esperanzas eran grandes. Becky no respondió. —¿Becky? Mi corazón comenzó a asustarse. —Becky, estás asustándome. Habla. Otro silencio. Escuché su respiración agitada y aunque comencé a imaginarme algo, no quise aceptarlo. Quise escucharlo de ella. Su voz habló. —No funcionó. Un nudo se formó en mi garganta. —Había avanzado mucho y ya no se puede hacer nada. Solo puedo esperar, me queda muy poco de vida. Solo semanas o meses. Podría ser pronto cuando haga algo. Podría morir cuando le dé de comer a Walter o juegue con Aileen. —Estaba llorando y yo junto con ella. —No, Becky. No aún. Esperemos, necesitamos otras opiniones de otros neurólogos. —Ya no se puede hacer nada. Ya no hay esperanzas para mí. —No, sé que se puede hacer algo. Podemos ir a otros países y ver que dicen. A Rusia oa j***n. No sé, algo se puede hacer todavía. —Le diré hoy a Randy. No puedo engañarlo más. Sé que le dolerá, pero necesito que lo sepa, me lo aconsejó mi especialista. Pronto estaré teniendo más dolores de cabeza y más mareos, perderé el equilibrio y necesito a alguien para que me ayude con ello. Sé que no podré seguir ocultando mi tumor. —Hace una pausa para respirar —lo destrozaré Emma. No sé cómo podré soportar ocasionarle tanto dolor. Seré una de las personas que también lo dejarán, me odiará por dejarlo, le prometí que nunca lo haría y pronto lo haré. —Estoy llorando, y mi corazón está quebrándose a pedazos. No puedo escuchar a mi amiga siendo destrozada a través de una llamada. —Te amo Emma, fuiste mi mejor amiga. Estuviste siempre ahí, gracias por eso. Gracias por aguantarme todo y nunca dejarme. Perdóname por dejarte y por irme así. Pero quiero que me prometas cuidar a mis hijos, que estés siempre ahí cuando ellos te necesiten y quieran a una madre. Te estoy pidiendo que seas una madre para ellos, porque yo no podré estar ahí. Eres mi mejor amiga y eres en la única persona que pienso ahora para cuidar de ellos. Trata de entender a Aileen, es la chica más difícil de tratar, sé que con perseverancia podrá algún día entrar a su acomodado espacio, y serás una de las personas en las que pueda confiar. Conviértete en su madre, por favor. Y también cuida de mi esposo, de mi amado Randy. Nunca le cuentes de que tu sabia sobre esto mucho antes que él, porque se sentirá traicionado —solloza —cuida a mis tres grandes tesoros. Haz que Randy haga de nuevo su vida si quiere, apóyalo en todo. Sé una amiga para él. Cuida a las personas que más amo en mi vida. Te los dejo a tu cuidado, amiga.  Se cortó la llamada. Volví a llamarle, pero mandaba al buzón, pensé que preferiría meditarlo antes de decírselo a Randy. Así que dejé de llamarle. Ella necesita su espacio. Dos horas más tarde, Angie me llamó diciéndome que Becky había tenido un accidente. Cuando llegamos al hospital, Randy estaba destrozado. Y cuando todos nos dijeron que ella había muerto, nos derrumbamos. La noticia me fue como un dolor tan profundo y miserable que me consumía poco a poco y después de un golpe. No podía respirar, un nudo estaba en mi garganta. Entonces, me di cuenta que había sido la última persona con la que había hablado, yo, su mejor amiga fui la última persona que la escuchó viva. Y eso me hizo un dolor más grande. Es irónico. Hablar con una persona y en unas horas después de escuchar que ha muerto. Eso me conmocionó y me destrozó. La vida te quita a las personas que más quieres en la vida, te quita esperanzas, pero te da nuevas. Su entierro me fue tan difícil, era una de las cosas más difíciles que había hecho en mi vida y que no pude soportar. Fredy tuvo que sostenerme porque necesitaba a alguien en quien apoyarme, necesita un ancla y ese era Fredy. Estaba derrumbándome por dentro, mi corazón dolía tanto que pensé moriría con ella. Mi mejor amiga se había ido. Becky había muerto. Ver a Randy llorar en su tumba, ver cómo lo estaba consumiendo la muerte de Becky, me hizo sentir tan más miserable. Si yo le hubiera contado antes, si hubiera convencido a Becky de hacerlo, tal vez esto no hubiera pasado, tal vez hubiéramos tenido una oportunidad. Me alejé de su tumba con dolor. Porque era la única que supo por lo que pasó. No podría ver a los ojos a Randy ahora, porque me sentí como culpable de su muerte. Pero debería que ser fuerte, porque ella me hizo prometerle cuidar de sus tres amores. De sus hijos y de su esposo. No la defraudaría. Sería una madre para sus hijos, y estaría ahí cuando ellos me necesitaran. Sería una de las personas en las que Aileen pudiera confiar y cuidaría de Randy como una amiga. Lo apoyaría y ayudaría a criar a los hijos de Becky. Era una promesa, amiga.  
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