(26) Logan había abierto sus hermosos ojos color gris. Sus pestañas largas tenían algunas lágrimas. Yo no paraba de llorar, aún dudando si esto era un sueño o era real. Pero era real, Logan estaba completamente despierto. Los doctores y enfermeras me hicieron a un lado, para poder checar que Logan se encontrara estable, ya que empezó a tener problemas con el respirador, ya que, al despertar, ya no lo necesitaba para respirar, así que se estaba ahogando. –¡Tranquilo! –El doctor tranquiliza a mi esposo, mientras le ayuda con su respiración. –Respire con la nariz. –Le pide mientras varias enfermeras están a su lado, sosteniéndolo para que no se asuste más y salga volando por la habitación. –¡Bienvenido otra vez! –Sonrío el doctor más estable. Logan era un gran hombre, así que varias e

