(10) –Algo pasa, ¿cariño? –Llame la atención del joven, que me mira vestido también con el mismo traje deportivo que yo estaba usando. –No es nada. –Murmuró el hombre dejando su computadora, encima de una mesa de cristal. –¿Estás seguro? –Le contesté no muy segura de su mirada. Pero a pesar de que sabía que algo estaba pasando, Logan decide mantener su palabra en alto. –No es nada cariño. –Toma mi mano con felicidad, volviendo a ser ese esposo felizmente casado. Logan era muy activo y eso me agradaba demasiado, ya que yo era una persona que preferiría leer libros o hacer cosas más tranquilas, pero Logan me llevaba al límite de todo lo que podía hacer. Esta vez fuimos acompañados por algunos sirvientes, que nos llevaron a unos establos en donde me encuentro que Niebla, su caballo fav

