CAPÍTULO NUEVE Los Excavadores, durante los últimos tres meses asignados a la Operación MAZO, habían caído en una depresión agotadora, algo que era reconocible instantáneamente como el inicio de la fatiga de la misión. Estaban cansados, exhaustos y no poco tensos con la posibilidad de que los asesinos se hubieran escurrido entre sus dedos. El equipo de Toby, además, había comenzado a parecer un “excavador” del reino animal, como un ratón, comadreja o topo. Llegaban temprano al trabajo, se quedaban hasta tarde en la noche y constantemente corrían de una reunión a otra, realizando viajes encubiertos al nuevo registro en Century House para aclarar una nueva pista, o para defender un caso ante algún comité de Inteligencia desconocido para recursos adicionales. Además se los veía muy poco com

