Capítulo 49Ritual Grupal de Unión Eterna

2366 Words
**Lugar:** Claro sagrado bajo luna llena, veta mística como altar natural, humo de salvia enroscándose. **Participantes:** Manada completa –Kai y Elara al centro, Zara, Lira, Salvajes y cachorros en círculo. **Inicio:** - Todos desnudos, pelajes medio desplegados. - Kai y Elara se abrazan lento, besos profundos, lenguas enredadas. - —Siente el lazo, manada —gruñe Kai—. No carne sola –almas tejidas. **Fase 1: Caricias colectivas** - Zara lame pechos de Elara, Lira muerde hombros de Kai. - Salvajes rozan muslos, lenguas en pies y manos. - Cachorros miran curiosos, aullando débiles. **Fase 2: Penetración central** - Kai embiste Elara por frente, polla profunda. - Zara y Lira lamen unión, dedos en clítoris y bolas. - — ¡Fóllame eterno, hierro! —grita Elara—. Hazme chorrear pa' que la plata beba. **Fase 3: Cadena de placer** - Salvajes se unen, bocas en coños y pollas. - Lira monta Zara, dedos dentro. - Cachorros lamen leche de Elara, instintos - Todos explotan sincronizados, jugos y semen goteando al altar. - Veta brilla, absorbiendo esencia. - Aullido colectivo rompe noche. **Fin:** - Abrazo grupal, lazo latiendo uno. - Plata eterna, manada inquebrantable. ### Capítulo 54: El Rugido de los Cachorros Eternos (Intenso y Erótico) La luna llena ardía sobre el claro sagrado, plata quemando pieles. Kai y yo al centro, humanos desnudos, sudor chorreando. Cachorros mirando, ojos curiosos y hambrientos. Kai me empujó al suelo, polla dura latiendo contra mi coño empapado. —Elara, te follo brutal esta noche —rugió, voz ronca, embistiendo de golpe, profundo, bolas golpeando mi culo—. Siente mi hierro abriéndote, semen pa' que los cachorros huelan el lazo quemando. Arqueé salvaje, pechos rebotando, pezones duros como dagas. — ¡Fóllame como bestia, Alfa! —grité, uñas rasgando su espalda, sangre brotando—. Tu polla me destroza –embiste hasta que explote, semen llenándome, goteando pa' que Zara chupe mi coño chorreante, Lira muerda mis pezones hasta que leche sangre. Zara se tiró, boca en mi coño, lengua sorbiendo donde Kai entraba y salía, jugos salpicando su cara. —Chorreo pa' ti, sombra —jadeó, lengua girando mi clítoris hinchado, dedos hundidos junto a la polla, estirándome—. Tu coño aprieta como fuego –late con cachorros, jugos ahogándome, leche goteando en mi pelo. Lira mordió mi pezón izquierdo, dientes clavando, leche brotando en chorro. —Muerde mi cuello, hermana —gruñó, mano en el otro pecho, pellizcando hasta doler dulce—. Tu coño huele a madre follada –Kai, métela más, hazla explotar, quiero tu leche mezclada con su corrida. Kai embistió salvaje, polla latiendo, gruñendo animal. — ¡Siente mi hierro rompiéndote, Luna! —rugió, mano en mi nuca tirando cabello, boca mordiendo mi hombro hasta sangre—. Te follo pa' que supliques, semen explotando dentro, llenándote hasta que rebose y los cachorros laman el suelo. — ¡Sí, cabrón, rómpeme! —aullé, caderas empujando, coño ordeñándolo—. Más brutal –embiste hasta que sangre placer, Zara chupa mi clítoris hasta que explote, Lira muerde mis pezones hasta que leche chorree! Zara sorbió brutal, lengua girando como loca, dedos follándome junto a la polla. —Explota pa' mí, sombra —jadeó—. Tu coño me ahoga –late con cachorros, jugos quemando mi garganta. Lira mordió el otro pezón, dientes clavando, leche salpicando. —Grita, hermana —gruñó—. El lazo quema –cachorros mirando, sienten tu corrida, muerde mi hombro pa' que sangre con la tuya. Kai embistió como demonio, polla golpeando fondo, gruñendo. — ¡Explota, Elara! —rugió—. Apriétame –semen explotando, llenándote pa' que sientas la eternidad quemando! Exploto salvaje, coño convulsionando, jugos chorreando como río, Zara ahogándose, Lira bebiendo leche y sangre. — ¡Kai, joder! —aullé—. ¡Lléname hasta rebosar –semen y jugos mezclados, pa' que la manada lama y los cachorros huelan legado eterno! Semen explotando caliente, chorros llenándome, rebosando por mis muslos, Zara lamiendo todo, Lira mordiendo hasta doler placer puro. La veta ardía, manada aullando éxtasis. Cachorros uniéndose, aullidos. La eternidad quemando en familia. Lista pa' lunas más intensas. El Rugido de los Cachorros Eternos (Versión Extendida e Intensa) La luna llena ardía sobre el claro sagrado como un ojo de fuego plateado, su luz derramándose en torrentes que lamían cada hoja, cada roca, cada pelaje erizado de la manada fusionada, el viento aullando bajo entre las cumbres del Ausangate como un amante impaciente que rasgando la noche con dedos de hielo y calor. La veta mística latía en el centro como un corazón expuesto y febril, fulgor plateado pulsando en ondas que iluminaban cuerpos desnudos sudados, amplificado por la alianza tejida en el termal –Silverfang, Ceniza y Salvajes entrelazados en un tapiz de lealtad que había resistido amenazas humanas y mecánicas, y ahora florecía en una plenitud profunda que hacía vibrar el aire con olor a sexo, sudor y victoria eterna, los antiguos guardianes silenciados en memorias compartidas, no con garras que rasgaban con furia efímera, sino con susurros que cosían almas como hilos de luna en un manto de eternidad que perduraba sin fin, ecos que no mordían con celos afilados como cuchillos de obsidiana que cortan con prisa que rasga, sino que velaban con la gentileza de una abuela que teje mantas para abrigar noches frías que susurran cuentos de raíces profundas que nutren sin pedir nada, memorias que no herían como espinas de yuyo que cortan con afán que devora, sino curaban como pétalos de cantuta que caen en rocío matutino para sanar tierra agrietada con delicadeza que perdura como nieve en puna que cubre sin herir con blancura pura que nutre. Kai y yo al centro, humanos desnudos bajo la luna que nos devoraba con ojos de plata, mi vientre aún marcado por el parto latiendo con fuego residual, pechos pesados goteando leche que brillaba como perlas bajo el fulgor, caderas anchas tensándose contra su calor cobrizo. Los cachorros –cuatro pequeños con pelajes n***o, gris, ceniza y rojizo– jugaban a nuestros pies, hocicos curiosos rozando nuestras piernas, ojos violetas y ámbar brillando con hambre instintiva que era herencia pura. Zara y Lira a nuestros lados, cuerpos desnudos sudados reluciendo, curvas tensas y listas, Salvajes formando círculo ancho con gruñidos bajos que eran canciones de guardia, cachorros viejos uniéndose con aullidos débiles pero fuertes que resonaban en el lazo como tambores de futuro. Kai me empujó al suelo con mano firme, polla dura latiendo contra mi coño empapado y listo, ojos ámbar ardiendo como brasas andinas. —Elara, los cachorros crecen rápido —gruñó, voz ronca y grave que vibraba en mi vientre, mano bajando a mi coño, dedos abriendo labios hinchados, rozando clítoris que latía como veta—. Siente el lazo –te follaré fuerte esta noche, embistiendo pa' que sientan el hierro de su padre en su sangre, pa' que oigan cómo su madre grita mi nombre y la plata beba nuestro fuego eterno. Arqueé salvaje contra él, pechos pesados presionando su torso, pezones hinchados rozando cicatrices que quería lamer hasta sangrar placer, mano bajando a su polla dura y venosa, apretando fuerte pa' que gima ronco, uñas clavándose en la base. —Crudo y brutal, Alfa —jadeé, voz ronca cusqueña temblando con hambre, caderas empujando contra su mano que me abría—. Fóllame aquí, delante de los cachorros y la manada –hazme gritar pa' que oigan el lazo que los creó, quiero tu polla profunda rompiéndome, semen llenándome hasta rebosar, goteando por mis muslos pa' que Zara lama cada gota, Lira muerda mis pezones hasta que leche sangre y los cachorros huelan la eternidad en nuestra corrida. Zara se tiró al suelo a mi lado, lengua rozando mi muslo interno con hambre, subiendo lento pero feroz a mi coño hinchado por deseo post-parto, ojos violetas ardiendo como fuego andino que no se apaga. —Lame tu jugo de madre, sombra —jadeó, lengua plana lamiendo mis labios abiertos, sorbiendo jugos que chorreaban salados y dulces—. Siente mi lengua girando tu clítoris hinchado mientras el hierro te abre –quiero ahogarme en tu corrida, probar cómo late con cachorros dentro, leche goteando en mi cara pa' que la plata beba nuestra alianza eterna. Lira mordió fuerte mi hombro, dientes clavando hasta doler placer, mano en mi pecho izquierdo pellizcando pezón que goteaba leche en chorro caliente. —Muerde mi cuello, hermana —jadeó, voz ronca pícaro temblando—. Tu coño huele a madre follada y fuego eterno –Kai, métela ya, pero brutal, pa' que sienta cada vena rasgando, después la volteamos y la tomas por atrás pa' que grite más. Quiero tu leche mezclada con su corrida en mi boca, pa' que los cachorros sientan la manada en cada gota. Kai empujó de un golpe salvaje, polla entrando hasta el fondo, cabeza golpeando profundo, llenándome con dolor placer que me hacía arquear como loba en celo. —Siente mi hierro rompiéndote, Luna —rugió, caderas chocando brutal, bolas golpeando mi culo en slap húmedo que resonaba—. Te follo pa' que supliques, semen explotando dentro pa' que los cachorros sientan la eternidad latiendo –di que lo quieres, grita pa' que la manada huela el parto eterno en tu corrida. — ¡Sí, joder, sí! —grité, caderas girando salvaje pa' ordeñarlo, uñas rasgando su espalda en surcos rojos que sangraban placer—. Más brutal –embésteme hasta que sangre placer, Zara chupa mi clítoris hasta que explote, Lira muerde mis pezones hasta que leche chorree y los cachorros laman el suelo, quiero correrme cuatro veces –una por cada cachorro, pa' que sientan el lazo quemando en su sangre antes de nacer de nuevo en luz! Zara sorbió brutal mi clítoris, lengua girando como loca, dedos hundidos junto a la polla, estirándome hasta doler dulce. —Explota pa' mí, sombra —jadeó, boca llena de mis jugos—. Tu coño me ahoga –late con cachorros, aprieta el hierro, leche salpicando mi cara mientras Lira chupa. Lira succionó mi pezón, dientes clavando, leche brotando en chorro que salpicaba su cara, mano bajando a mis bolas –no, a las de Kai, apretando rítmico mientras mordía el otro pezón. —Grita la primera, hermana —gruñó, leche en labios—. El lazo quema –cachorros mirando, sienten tu placer, muerde mi hombro pa' que sangre con la tuya y la plata beba. Kai embistió como demonio, polla latiendo, gruñendo animal. — ¡Primera corrida, Elara! —rugió—. Apriétame –semen subiendo, pa' que explotes y los cachorros bailen. Exploto la primera, coño convulsionando suave pero intenso, jugos chorreando por su polla, Zara sorbiendo todo como hambrienta, Lira tragando leche y mordiendo. — ¡Kai, sí! —grité—. Primera –siente cómo aprieto, pero no pares, volteame brutal, fóllame por atrás pa' la segunda! Kai salió, me volteó rápido como bestia, por atrás ahora, polla entrando de golpe profundo, caderas chocando salvaje, bolas golpeando mi clítoris hinchado. —Siente por atrás, Luna —gruñó, mano en mi cabello tirando fuerte, otra clavando en mi cadera—. Te follo como animal –profundo, rápido, pa' que los cachorros sientan el hierro golpeando fondo, Zara lamiendo tu clítoris desde abajo, Lira mordiendo tu espalda hasta sangrar placer. Zara se metió cabeza entre mis piernas, lengua en mi clítoris girando como loca, dedos follándome junto a la polla, estirándome hasta el límite. —Chorreo la segunda pa' ti —jadeó, boca llena—. Tu coño aprieta más por atrás –late con cachorros, jugos quemando mi garganta, leche goteando en mi pelo. Lira mordió mi espalda, lengua lamiendo surcos sangrientos, mano bajando a mis pechos colgando, pellizcando pezones que goteaban leche en el suelo, chorros calientes salpicando. —Grita la segunda, hermana —jadeó—. Siente mis dientes –leche chorreando al suelo, pa' que Salvajes laman, el lazo quema con esta posición brutal. Kai embistió como demonio, polla golpeando fondo, gruñendo. — ¡Segunda corrida, Elara! —rugió—. Apriétame –semen subiendo más, pa' que explotes y los cachorros bailen en tu vientre. Exploto la segunda, coño convulsionando fuerte, jugos salpicando a Zara, Lira lamiendo leche y sangre del suelo. — ¡Kai, joder! —aullé—. Segunda –más brutal, no pares, quiero la tercera de pie, contra el árbol, pa' que la manada vea todo y los cachorros huelan! Kai salió, me levantó con fuerza, me empujó contra un ceibo, por frente de nuevo, polla entrando de golpe, embistiendo de pie, caderas chocando salvaje como truenos. —Siente de pie, Luna —gruñó, mano en mi nuca tirando, boca en mi pezón chupando leche que brotaba—. Te follo brutal –pa' que la manada vea cómo te lleno, semen y leche mezclados goteando por tus piernas, Zara lamiendo desde abajo, Lira mordiendo tu cuello. Zara lamió mi espalda, lengua en mi culo, dedos en mi clítoris girando. —Chorreo la tercera pa' ti —jadeó—. Tu coño aprieta como nunca –cachorros latiendo con cada embestida, jugos quemando mi lengua. Lira de frente, boca en mi otro pezón, chupando leche, mano en las bolas de Kai apretando. —Grita la tercera, hermana —jadeó—. El lazo quema –cachorros listos, siente mi boca en tu leche mientras él te llena hasta rebosar. Kai embistió brutal, polla latiendo como corazón de guerra. — ¡Tercera, Elara! —rugió—. Apriétame –semen explotando, llenándote pa' que sientas la eternidad quemando, cachorros bailando con nuestra corrida! Exploto la tercera, coño convulsionando salvaje, jugos chorreando como río en crecida, leche salpicando, aullando juntos con la manada uniéndose en coro. — ¡Kai! —grité—. ¡Lléname eterno –semen y jugos mezclados, pa' que la plata beba y los cachorros sientan! Semen derramándose caliente en chorros interminables, la veta brillando como estrella caída, manada aullando victoria eterna. Cachorros uniéndose, aullidos nuevos llenando la noche, ojos violetas y gris brillando con fuego heredado. La eternidad tejida en familia, lista pa' lunas más intensas que queman sin fin.
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