La madrugada se cernía sobre la puna como un velo de silencio opresivo, el viento aullando entre las cumbres del Ausangate como un lobo herido que no se rinde, la luna menguante hundiéndose en el horizonte como una garra exhausta, dejando un fulgor residual que teñía la niebla de plata fantasmal. La veta mística latía en la cueva principal como un corazón expuesto y vigilante, su fulgor plateado amplificado por la alianza tejida en el termal –Silverfang, Ceniza y Salvajes entrelazados en un tapiz de lealtad sangrienta y placer compartido, aullidos que aún resonaban en mis oídos como gemidos de la emboscada del ocaso. Los gubernamentales globales yacían destrozados en el paso estrecho, tanques de la OTAN volcados en el río como bestias mecánicas muertas, drones con IA militar esparcidos como insectos aplastados, y el humo n***o de los robots caídos enredándose en el aire matutino como dedos de la Pachamanca vengativa. El aire estaba cargado de circuitos quemados, sangre de 'fuerzas de paz' rancia y el eco de nuestra victoria cruda –los francotiradores cayendo en mis mordidas, sus miras láser apagándose en gorgoteos, Kai destripando un tanque con garras que crujían metal como hueso.
Kai estaba a mi lado en el risco alto, su gris plateado replegado en humana, torso cobrizo sudado y marcado por arañazos míos que brillaban rojos bajo la luz madrugada, polla semi-dura colgando pesada entre muslos musculosos que recordaban embestidas brutales contra el risco. "Luna, los globales cayeron, pero su transmisión crepitó antes de romperse –refuerzos finales al amanecer, con tanques de Bruselas y satélites de la OTAN, drones con IA militar pa' mapear la cueva sin piedad, papeles de 'herencia universal' pa' explotarla con máquinas que mastican montañas en segundos. Quieren la plata 'patrimonio' pa' venderla en bolsas de Londres, contratos que envenenan la tierra con fuerzas de paz armadas".
Me pegué a él, mi piel morena reluciendo con sudor de batalla y jugos residuales del follada lenta contra el risco –pechos altos subiendo contra su pecho, pezones endurecidos rozando su piel cobriza en chispas que me ponían la coño húmeda de nuevo, caderas anchas tensándose contra su calor. El lazo latía en mi vientre como un pulso entre mis piernas, templado por el ritual pero avivado por la sangre fresca –el operador de tanque gritando inglés roto mientras mis colmillos rasgaban su arteria, Kai mordiendo cables de un drone que zumbaba como mosca moribunda. "Juntos, Kai –como en el termal, tu polla embistiéndome mientras Zara y Lira lamían, ahora embestidas de garras pa' romper tanques de Bruselas. Si vienen con 'herencia' falsa, les arrancaré tratados con dientes, pa' que la plata no caiga en manos de 'fuerzas de paz' que venden ríos por acciones. Pero antes de fortificar, hierro –fóllame lento aquí, en el risco a la madrugada, hazme sentir tu polla pa' templarme pa' las excavadoras. Quiero tu semen goteando por mis muslos mientras muerdo cañones, pa' que huelan nuestra unión y se cortocircuiten en sus servidores".
No esperó –me levantó contra el risco cálido, mis piernas enredándose en su cintura, su polla dura empujando mi entrada empapada de un golpe lento y profundo, llenándome centímetro a centímetro mientras la madrugada lamía nuestras pieles como lengua de amante. "Crudo y lento, Luna –te follo pa' armarte, embestida pa' que sientas mi hierro en cada zarpazo que des contra los europeos". Caderas moviéndose en ritmo deliberado que hacía chapotear jugos contra la roca, mi coño apretándolo como puño de fuego, sus colmillos rozando mi cuello pa' morder suave, lengua lamiendo sudor salado mientras yo arqueaba, pechos rebotando contra su pecho. "¡Sí, cabrón, embésteme profundo –hazme gemir a la madrugada, sella el lazo pa' la invasión europea!", jadeé, uñas rasgando su espalda en surcos que sangraban placer, caderas girando pa' ordeñarlo. El placer subió como crecida lenta, mi clítoris rozando su pubis con cada thrust, sus bolas golpeando mi culo en slap suave. "¡Córrete conmigo, sombra –apriétame pa' ordeñarme, siente mi semen templándote!". El clímax nos golpeó en ondas –yo convulsionando primero, jugos chorreando por sus muslos, él derramándose en chorros calientes que me llenaron hasta rebosar, goteando al risco que lo absorbió con pulso de luz madrugada.
Jadeando, nos separamos, mi coño palpitando con su eco, semen goteando por mis piernas como armadura de batalla. Lira se acercó desde el este, su rojizo replegado en humana, curvas sudadas brillando con sangre salpicada, pechos subiendo con jadeo de vigilia, una sonrisa pícaro cruzando labios manchados: "Flanco este listo, Alfa –trampas de enredaderas aéreas en riscos pa' enredar rotores de drones europeos, pozos con estacas de plata pa' que caigan tanques como moscas en miel. Mordí dos francotiradores rezagados, sus miras láser pa' fundir en runas que cieguen satélites de la OTAN. Pero el radio capturado crepitó más –'gubernamentales con tanques de la ONU al mediodía, satélites pa' mapear la cueva sin humanos, papeles de 'herencia universal' pa' explotarla con máquinas que mastican montañas en minutos, vendiendo 'turismo ecológico' mientras nos envenenan con drones armados'".
Zara del oeste, su ceniza esbelta transformada, piel oliva tensa con arañazos nuevos que quería lamer, ojos violetas templados brillando con rabia aliada, caderas estrechas tensándose: "Oeste fortificado –hilos de luz violetas tejiendo redes gubernamentales pa' atrapar drones con IA, espinas de plata en caminos pa' pinchar tanques como globos europeos. Mi jauría mordió talones de jeeps huyendo, pero el eco del radio huele a verdad –globales con uniformes azules de ONU y trajes de empresas, oliendo a contratos sucios y órdenes de Bruselas. Vienen con tanques que ven en la oscuridad, excavadoras que devoran montañas en horas, gases pa' ahogar lobos en la cueva. Alfa Kai, tu hierro planea el contraataque –¿emboscamos el convoy en el paso estrecho pa' destripar tanques antes de que lleguen, o los dejamos avanzar y los follamos con garras en la cueva, pa' que la plata beba su sangre azul como bebió nuestros jugos en el ritual?".
Los Salvajes de retaguardia, mugrientos pero leales, se reunieron gruñendo, un alfa macho de pelaje sucio ahora limpio transformado, cuerpo marcado por mordidas frescas: "Retaguardia armada –pozos con estacas de hueso encantado pa' que caigan tanques globales, fauces listas pa' morder hélices de drones. Mordimos explosivos de corporativos, pero europeos traen más –excavadoras con brazos hidráulicos que aplastan riscos, gases que queman pulmones como ají del diablo universal. Por la alianza follada, Alfa –sangre azul pa' la veta, como bebimos su codicia anoche".
Kai gruñó, su mano apretando mi cadera, pulgar rozando mi clítoris aún sensible pa' encender chispas. "Emboscada en el paso estrecho –el río nos cubre, niebla del madrugada esconde nuestras garras. Lira al este pa' francotiradores globales, Zara oeste pa' drones con IA, Salvajes retaguardia pa' excavadoras. Tú y yo al corazón, Luna –nuestro lazo rompe acero gubernamental como rompió mi corazón en el ritual, cuando me follaste mientras Zara lamía". La manada rugió bajo, pelajes erizándose, la madrugada tiñendo fauces de rojo victoria.
Al madrugada pleno, el convoy gubernamental rugió –tanques de la OTAN masticando el camino con orugas dentadas, drones con luces azules zumbando arriba, francotiradores en techos escupiendo balas que silbaban, órdenes en inglés y español gritando por radios: "¡Avancen, team –la veta es herencia universal, pa' el mundo y los tratados! ¡Gases si ven lobos!". La emboscada estalló como alud: Lira y betas Silverfang saltando del este, su rojizo veloz derribando francotiradores con mordidas en cuellos, rifles cayendo con gorgoteos. "¡Por la manada tejida