Ver la cara de Rosana, es un poema. La mujer está pálida, y confundida. Quisiera reírme a carcajadas por lo que está sucediendo, pero soy consciente de que uno nunca debe burlarse de las desgracias ajenas, aun cuando esa persona haya sido una víbora venenosa con uno.
Debo reconocer que no pensé que Camilo lo correría luego de decir que no la necesito en el área de marketing, estaba segura que la colocaría en otro lugar, pues al fin y al cabo es su novia. Pero que la despidiera, me deja sin respuesta momentáneas.
—Cami ¿tú en serio me estás corriendo?
—¿Hablé acaso en otro idioma? —refuta él mientras se sienta. Ella me mira con desdén, culpándome con la mirada de lo que le está sucediendo.
—Cami ya te dije que no fui yo la que buscó problemas en el baño ¿por qué le crees a esta mujer
