El mismo día
Alameda
Elizabeth
Tras aquella cena fatal aclaré ciertas cosas con mi padre manteniéndome al margen de sus negocios porque lo que menos quiero son problemas en mi relación con Edward, la verdad es que todo marcha a las mil maravillas entre nosotros sintiendo que no me cabe la felicidad por estar en las nubes, solo paso todo el día suspirando hasta la hora que nos vemos para escaparnos a nuestro nido, donde incendiamos las sábanas por la forma de amarnos, claro que todo tiene una consecuencia cómo estar embarazada y ahora estoy buscando la forma de decirle a Edward que estamos esperando un hijo hasta que no soporto más diciéndoselo sin rodeos, atenta a su reacción.
–Amor creo que me precipité diciéndote de mí embarazo de esta forma, perdóname.
–Mi malcriada no tienes que
