Adelaide
Mi abuelo murió cuatro horas después de haber ingresado a la clínica, su corazón se detuvo y no hubo forma de traerlo de regreso a la vida. Algo me decía que en realidad él no quería regresar, seguramente ansiaba aquel descanso y el encuentro con aquellos que ya se habían ido primero que él. Eso era en lo único que podía pensar cuando el doctor salió para darnos la noticia, mientras nos detallaba la serie de complicaciones en su cuerpo y su salud, que habían conllevado a tan definitivo final. Mis tíos habían llegado no hace mucho, junto a Lukas que parecía realmente triste por la noticia, incluso lució muy afectado y tuvo que tomar asiento para digerir todo lo que estaba sucediendo. Sabía que pese a todas nuestras discordias, todos lo amábamos a nuestra forma, y él nos amó sin im
