Entre Caminos inesperados

El Restaurante

Reviso mi teléfono y tengo un mensaje de Caroline avisándome que llegarían justo a las 9 pm, para encontrarnos en la entrada del restaurante. - No te preocupes que allá estaré, mejor lleguen a tiempo, sabes que no me gusta quedarme esperando-. Le escribí a mi amiga quien siempre llevaba tarde a todos lados.

No soy de las personas que se preocupan mucho por como vestirse, pero quería verme bonita esta noche, y no se por que, ya que la fiesta no era para mi, ni había nadie que llamara particularmente mi atención. Probé varios conjuntos de ropa y me decidí por una camisa de seda color azul claro, unos pantalones negros y unos hermosos tacones plateados que me habían regalado de navidad mis compañeros del trabajo, o bueno eso dijeron cuando me entregaron el paquete en el intercambio de que hacíamos a fin de año y que yo sabia sabia que había sido Caroline quien los había comprado ya que llevaba mucho diciéndome que debía verme mas femenina, pues tenia todo el tiempo estaba en jeans y botas de trabajo que eran las adecuadas para mis labores diarias en la empresa, en cambio ella siempre elegante y coqueta con sus super tacones inmanejables, esa mujer era un caso.

Tenia el tiempo justo para estar lista ya que Andrew, el mejor amigo de Marcos pasaría a recogerme en una hora y así llegaríamos llegar a tiempo.

Hacia mucho frío y busque un abrigo que complementará mi atuendo y ya estaba lista para salir cuando recibí la llamada de Andrew.

- Disculpa Emma, no podré recogerte, tengo un problema con el auto y tengo que esperar la grúa.

- ¿pero tú estás bien? por mi no te preocupes, tomaré un taxi para llegar.

- Si si , yo estoy bien, es el auto que se quedó varado justo a mitad de camino. Ya le avisé a Caroline, me ha estado preguntando por ti y ahora estará furiosa porque no pude recogerte.

- jajaja estás en apuros, dije - pero déjame y yo le hablaré para decirle que llegaré en taxi.

- Perdóname Em, no quería dejarte.

Despues de cinco minutos de disculpas innecesarias por parte de Andrew, llame a la central de taxis para pedir uno, pero no fue posible que ya por la lluvia aumentaba la demanda de la ciudad.

-Tendre que salir a la parada de autobuses, para poder tomar uno, dije mientras buscaba mi paraguas. Afortunadamente, del fuerte aguacero solo quedaba una leve llovizna pero aún así sentía que no iba a lograr llegar de una manera " adecuada" a la cena. Lo pensé un par de segundos antes de salir - y si le digo a Caro que no puedo ir y me quedo el mi cama con mi pijama favorita, un chocolate caliente y mi libro de aventura... - No No No, no puedo hacerlo-, dije sacudiendo esa idea de mi cabeza y saliendo de mi casa esperando tener suerte para llegar al lugar que me había indicado mi amiga en su mensaje.

Al salir de mi edificio, justamente encontré a mi vecina Madeline llegando y me ofreció su taxi de manera inmediata.

Hoy habia sido demasiado extraño, Angela no tuvo tiempo de molestarme, terminé con mis deberes con más tiempo de lo esperado, logré llegar pronto a mi apartamento y ahora consigo taxi de manera más fácil de lo que había pensado que sería, estaba realmente asombrada de lo especial que había sido el universo conmigo hoy y de pensar en eso no pude dejar de sonreír.

Le di las indicaciones al taxista para llegar al lugar donde debería encontrarme con mis amigos, tomaría unos treinta minutos más o menos si estábamos con suerte y el tráfico era gentil. Unos diez minutos después escuchaba por la radio del taxi que se había presentado un accidente y que los vehículos deberían tomar vías alternas para poder circular de mejor manera.

- Señorita tomamos la 33 o la 51 me preguntó el señor taxista.

- No lo sé, ¿cuál me recomienda usted para llegar a tiempo al lugar que le indiqué?

No soy muy buena tomando decisiones así que dejé que el conductor decidiera mientras yo continuaba revisando los correos en mi teléfono que había recibido en el transcurso de la tarde mientras llegaba a mi destino.

Fue una buena decisión, ya que llegué diez minutos antes de lo esperado y aún los chicos no había llegado, así que entré y pregunté por la reservación que había que había hecho Caroline a nombre de Marcos Sutterland, su novio.

- Buenas noches, tenemos una reservación a nombre del señor Suttlerland, mis amigos no tarden en llegar.

- Suttlerland, Sutterland, claro que sí señorita por favor siga, dijo el amable caballero de la entrada mientras daba indicaciones a una chica pequeña y muy formal que sería nuestras mesera durante la velada.

Era un lugar hermoso, elegante y con música suave que lo hacía más acogedor, a pesar de la opulencia que mostraba- solo Caroline, podría conseguir reservación en un lugar tan exclusivo como éste, pensé mientras le daba mi abrigo a la joven que me habia llevado a un hermoso espacio decorado impecablemente y adecuado para diez personas, lo que realmente me sorprendió ya que esperaba que fueran Caroline, Marcos, Andrew y su novia, Frank el hermano de Caroline y yo, así que esos dos puestos adicionales no sabía para quienes era, sin embargo conociendo a mi amiga podría ser sus padres o la hermana de Marcos y su pareja, por lo que al final no le di importancia.

- ¿Es usted la señorita Whiteforest?

- Si, de hecho es Whitefort, creo que la despistada de mi amiga dió mal mi nombre, ella suele ser así.

- Entiendo, dejaron este paquete para usted aquí, dijo la pequeña mesera acercando una pequeña cajita negra con un listón dorado.- Nos dieron la instrucción de entregarla apenas usted llegara. Luego se alejó después de darme una amable sonrisa.

- Ahora que te has inventado Caroline- le dije a mi amiga por teléfono, ya recibí tu regalo, pero no sé supone que es tu novio quien debe recibirlos.

- Ya estás en el restaurante entonces!! ¿porque no me habías avisado? pasamos por tu apartamento y ahora llegaremos más tarde.

- pensé qué Andrew te había dicho lo del auto.

- Si, por eso íbamos a recogerte ya que con esta lluvia tan fuerte sabíamos que tendrías problemas para llegar, pero en fin me alegro que estés allá, espero que sea una gran noche.

- Yo también, suspiré mientras miraba curiosa la cajita que brillaba por el terciopelo n***o y su lindo lazo dorado .

- Te quiero amiga, nos vemos pronto finalizando la llamada.