Alice.
Escuché todo lo que tenía que decir y es imposible no sentirme mal después de verlo llorando y preguntar el ¿por qué su mamá le hacía esto? lo repuesta no la tenía, ni siquiera tenía la idea del porque, talvez se debía que yo yo no era fácil de dominar o al hecho de las costumbres que ellos tenían, aunque Frank era diferente, el no tenía las mismas ideas de su mamá, es que no encuentro palabras para entender a la señora Angela, ella simplemente es una mujer complicada y nada fácil de entender.
No sé en qué momento me dormí, solo se que estaba dando vueltas en mi cabeza todo lo transcurrido en el día, o en la semanas mejor dicho, esto estaba mal y lo sabía, sabía que algo más tratarán más adelante, de eso estaba segura.
Desperté por las ganas que me dieron de hace pis, esto era raro, sobretodo por qué yo no me despertaba por las noche a esto, era rara y la mayor de ella era por tomar agua de noche, más sin embargo acá voy, camino al baño y sin haber tomado agua, en fin para todo existe una primera vez.
Abrí la puerta del baño y pase, trate de no hacer mucho ruido para no despertar a Francisco, el debe de estar más cansado tomando en cuenta que el manejo todo el camino,
Apenas estaba por salir cuando las náuseas volvieron, no me dió tiempo de mucho, solo azote la puerta y mi estómago hizo lo suyo, ya no me importo si me escuchaba o no, era esto o no llegar a tiempo al escusado.
-¡Ali! -lo escuché nombrar mi nombre- ¿Estás en el baño? -por más que yo quisiera contestar, no podía.
La puerta fue abierta lentamente y cuando me vio se apresuró a ayudarme con el cabello y sobando mi espalda, después de la rutina de aseó personal y de una pequeña charla por qué yo sentía vergüenza de que me viera en estás condiciones, nos fuimos a dormir, a Frank se le veía preocupado y para estás alturas yo también lo estaba, ya no me gustaba nada lo que me estaba pasando, podría ser algo grave.
La luz del día llego y con ella una hermosa mañana de domingo, no había preguntado mucho sobre la familia de Frank, no le pregunte cuando regresaban ni nada esque no quería saber nada de ellos, solo mi cuñada y primo, con ellos las cosas eran diferentes, pero aún así no había hablado con nadie, no tenía ánimos para hacerlo.
-Buenos días dormilona -Francisco apareció frente a mis ojos con el desayuno- Te traje comida a la cama, no has estado del todo bien y lo menos que puedo hacer es esto -por primera vez en tiempo el me trajo el desayuno a la cama.
-¿Por qué me lo traes ahora? -estaba confundida- Antes si lo traías, no siempre pero si seguido, después de un tiempo simplemente dejaste de hacerlo -el estaba perdido en sus pensamientos.
-Ahora me odio más -abri mis ojos grandes- Yo lo hacía por qué me nacía, por qué quería hacerlo -cerro sus ojos con fuerza- Soy un idiota por creer en todo a mi mamá -¿que tenía que ver ella en esto?- Un día ella vio lo que estaba haciendo -haha ya sabía por dónde iba todo- Ella me dijo que te estaba acostumbrado a que todo te haría, con el tiempo no querrías hacer nada en casa y yo de imbécil le creí -una lágrima corrió por su mejilla.
-Definitivamente tendremos que conocernos más -esto era lo mejor para ambos, estábamos hablando de que una parte de su familia nos quería separados y todo esto ha sido desde el comienzo.
- Definitivamente si, pero juntos -no entendí a qué se refería.
-No estoy entendiendo nada -es la verdad.
-Quiero decir que juntos -junte mis cejas- No separados, juntos como la pareja que somos -claro, a eso se refería.
-¡Claro que juntos! -no pensaba en separarnos- Yo no pienso en separarnos y -lo observé- ¿Tú? -le pregunté.
-¡No! -ni si quiero lo pensó, fue lo que le vino a la mente y lo dijo- Ya aprendí la lección y creéme no me gusta estar angustiado por eso, el no saber que paria con nosotros me dejó mal -hizo un puchero chistoso.
-Pobre de ti -dije sarcástica- Pero ya en verdad, si tenemos que aprender a confiar y no dejarnos llevar por las cosas que nos enseñen -pienso- Hagamos una prensa -no fue una pregunta.
-¿Cuál? -el me pregunta con una sonrisa.
-Pase lo que pase, veamos lo que veamos o escuchemos -afirma- Siempre esperaremos a que el otro nos lo digas o preguntar pero nunca tomar decisiones o decir cosas solo por algo que no sabemos con certeza -afirma.
-Hecho -respondió rápido- Ahora a comer, tienes que comer algo, no has de tener nada en el estómago -es verdad, tomando en cuenta que en la madrugada todo mi estómago se vacío, tiene razón.
-Si tienes razón -me paso la comida y la tome.
Estaba tranquila probando la fruta, Frank estaba igual, los dos estábamos comiendo tranquilo, entre risas y bromas cuando su celular sonó.
-Es un mensaje de mi hermana -dice cansado.
-¿Por qué siento que te molesta? -en verdad se le veía ese aspecto.
-Dice que ya vienen todos -hace una pausa- ¡Todos! -exclama con las mano- Vienen para acá -termino de explicar.
-Y … ¿eso es malo? -no encontraba el problema, ahora ellos van a su casa y nosotros estamos en la nuestra.
-Lo es -lo mire confundida- Estoy seguro que traerán problemas -no lo dudaba- Y no quiero que te sientas más mal por la llegada de ellos -no creo que eso afecte a lo que siento.
-En realidad -espere a qué terminara de comer mi fruta- Creo que debería de ir al doctor, esto no es normal, en verdad, no me quiero preocupar y tampoco quiero que tú lo estés pero si creo que algo me sucede -decidí ser sincera con el.
-Si piensas en ir al médico, yo te acompañaré -eleve una ceja- No quiero que vayas sola, me da miedo que te sientas más en el camino -su idea no era mala.
-Tienes razón -lo apunte con el tenedor- ¿Podría ser mañana? -pregunte tranquila.
-Claro, yo te llevaría hoy pero como es domingo, no servirá de mucho -en eso tenía todo la razón- Mañana salimos temprano -afirme.
El resto de la mañana paso tranquilo, pero la hora de la llegada de su familia se aproximaba, en cierta forma me sentía inquieta con esto, no me sentía agusto con que todos estuvieran, en algo tenía razón Francisco, vendrían todos para intentar acabar con lo que no pudieron, claro había excepciones pero lo demás estaba.
-No lograrán acabar con nuestro amor -toco mis manos- Se que no lo lograrán -sabia que no pero yo nunca he tenido que luchar por qué la familia de otra persona me quiera.
-Se que no -sonreí- ¿Vamos a bañarnos? -pregunte.
-Si vamos, no pienso dejarte sola por nada del mundo -tenía miedo, sus ojos lo delataban, yo también lo tenía pero yo siempre he sido más fuerte por el.
-Te preocupas mucho -le resté importancia, mientras tomaba un vaso de agua.
-No, me preocupó lo necesario -pensó un momento- Eres mi mujer, la futura madre de mis hijos -esas últimas palabras hicieron que el vaso callera al suelo- ¿Que pasa? ¿estás bien? ¿te sientes mal? ¿otro mareo? -el hizo un montón de preguntas- Estás muy pálida -me sujeto de la cintura- Vamos, te llevaré a sentar -me llevo a un sofá- Ahora dime ¿que sientes? -queria decir muchas cosas pero no salía nada.
-¿Futura madre de tus hijos? -susurre- ¿Embarazo? ¿bebé? ¿retrasó? -empece a hacer cuentas y todo daba a qué si.
-¿No quieres tener un bebé conmigo? -pregunto asustado.
-No es eso -respondí rápido.
-¿Entonces que ocurre? -estaba procesando muchas cosas y el se estaba asustado, acomode mis ideas y hice la pregunta.
-¿Para ti sería muy malo tener un bebé ahora? -mi pregunta salió en un susurro, quería saber pero a la misma vez no quería saber, estaba asustada.
-No -su respuesta me dió un poco de paz- El momento es lo de menos, solo que llegue en el momento que tenga que llegar -piensa- ¿Por eso te pusiste así? -me pregunto triste.
-No fue por lo que dijiste -parece confundido- Tengo un retraso como de cuatro semanas y no sé si es un embarazo o que, pero los mareos y todo lo demás -lo dije rápido, estaba nerviosa y asustada.
-¿Crees que puedes estar embarazada? -me pregunto y yo afirmé, con los ojos cristianos- Y ¿piensas que me molesta que sea ahora? -volvi a afirmar y me acurruque en el sofá para llorar- No llores, no me gusta verte así -se acerco más a mí y limpio mis lágrimas- Si viene un bebé yo sería muy feliz, pero también quiero que tú lo seas -me abrazo- ¿Tines miedo verdad? -afirme.
-Si, cuando dijiste lo de la madre de tus hijos, recordé mi periodo, los días de retraso, los mareos y náuseas, no sabía si estarías contento en que fuera ahora o después, cuando todo esté más tranquilo en la familia -sorvi mi nariz.
-Que no te preocupe lo que pase de aquí en adelante con ellos, independientemente de si estás o no embarazada yo no dudaré de ti y lo que me digas nunca más -lo mire a los ojos- Te lo prometo.
-Yo tampoco lo haré, no dudaré de ti -choque su mano con la mía- Pero eso no quita que tenga miedo, aunque me da ilusión -pienso- Creo que me da más ilusión que miedo -sin duda así era.
-Es normal sentir miedo -beso mi frente- Yo también lo tengo, te imaginas que aquí -llevo su mano a mi vientre- Este creciendo nuestro bebé, es hermoso el solo hecho de imaginar pero también está el miedo a ser un mal padre -afirme, todo era nuevo en caso de estarlo- Pero confío en que seremos grandes padres -afirme, sabía que si venía un bebé en camino, que era lo más seguro, nosotros lucharemos por ser unos buenos padres- Princesa vamos a qué nos arreglamos para cuando lleguen -una sonrisa maliciosa se formó en su rostro.
-¿Que tienes planeado hacer? -abrio su boca ofendiendo- No te ofendas, te conozco y se que algo tramas -podra engañar a otros pero a mí no.
-Solo quiero que vean que nuestro amor es fuerte y no lograron hacer nada -habia lago más, algo que no me decía.
-¿Por qué siento que me ocultas algo? -pregunte elevando una ceja.
-Bueno te voy a contar -afirme- Mi hermana me dijo que mi mamá y mi prima creen que ya nos separamos -abri los ojos bien grandes.
-¿Tu quieres que se lleven una sorpresa al vernos juntos y bien? -pregunte pero era más que obvio que eso tramaba.
-Has dicho lo correcto -sonreí, me gustaba esa idea- Por cierto -me observo- No quiero que nadie se entere de nuestras sospechas -afirmo.
-Yo tampoco quiero que se enteren -eso era un alivio, saber que íbamos por el mismo camino.
-¿Cuando iremos a ver si estoy embarazada? -sabia que mañana era el día pero me estaba matando la ansiedad.
-Mañana -me observo- Estoy igual que tú, quiero saberlo ya pero hoy no atienden, si no fuera domingo ya te hubiera llevado desde cuándo -el era igual de ansioso que yo, por eso en casi todas las ocasiones encajamos -nos levantamos y buscamos nuestra ropa para tomar un baño.
-¿Quien se baña primero? -le pregunto.
-Nadie va primero -lo observé esperando que continuará- Vamos juntos, por el planeta debemos haorrar agua -me reí con ganas.
El baño fue tranquilo, Frank se encargó de lavar mi cabello con calma y devoción, siempre que nos bañamos junto lo hacía, con el todo era mimos y caricias siempre, si el estaba dispuesto a todo por mi l, yo estaba dispuesta a juagarme el todo por el todo. El me bañaba con cuidado, enjabonando mi cuerpo, entre caricias y besos terminamos de bañarnos.
Cuando salimos del baño vimos la hora y vimos que era tardísimo, por lo que la familia de mi esposo no tardarían en llegar, nos vestimos a las apuras, por qué queríamos estar listos para cuando llegaran salir a recibirlos, idea de mi esposo, según el quiere que vean que estamos bien, yo por mi parte pienso que esto es un arma de doble filo, si saben que estamos bien harán de todo para hacer que peleamos de nuevo, pero tenía que confiar en Frank, no tenía opción.
Pasaron unas horas cuando escuchamos la camioneta del señor Pedro, el papá de Frank, lo que indicaba que ya habían llegado, mi esposo llegó a un costado de dónde me encontraba yo y tomo mi mano, yo lo mire a los ojos.
-¿Lista? -me pregunto y yo solo afirme.
Salimos al patio y vimos como bajaban, mi cuñada y mi primo cuando nos vieron tomados de las manos sonrieron pero ví que mi primo Arturo le hizo una señal a Frank, una como de amenaza, por su parte mi cuñada Camila estaba sonriente, mi suegro también sonrió, al igual que su hermano y su esposa junto a sus dos hijos, lo que no podía decir de Carla y la señora Angela.
Los ojos de Carla se cargaron de enojo, ella estaba enojada mejor dicho furiosa, era lógico que así estaría puesto a qué su plan no funcionó como esperaba, no entiendo por qué se en caprichan con un hombre habiendo tantos, es ilógico, ella es hermosa, ojos claros, color de piel blanco y cabello n***o, tiene buen cuerpo y estoy segura que cualquier hombre querría estar con ella pero ella quiere a uno que no la quiere a ella, supongo que así es la vida.
Por su parte la señora Angela estaba igual o más enojada que Carla, ella simplemente reviró los ojos y no disimulo su enfado, haciendo comentarios como "yo creí que a estas alturas ya no estarían juntos" ocasionando a qué Francisco me apretara la mano, sabía que el se estaba conteniendo, lo que no sabía es hasta que punto lo haría.
-Pues ya ves -contesto Frank- No fue por qué estuviéramos mal que regresamos, es solo por qué mi mujer no se sentía bien y mañana iremos al doctor -la señora sonrió grande- La pregunta es ¿ustedes por qué regresaron? -mi primo y cuñada aguantaron la risa.
-Sobre eso, es que Carla tiene que salir mañana a comprar un vestido para la fiesta de navidad -deberás que estábamos cerca de esos días- ¿Porque no va con ustedes? -aprete la mano de Frank.
-Lo siento pero queremos ir solos -sonrio impocritamente.
Carla apretó sus puños cuando escucho esa repuesta, esto traería problemas más adelante tal vez pero no quería que nadie supiera para donde iríamos, quería que esto se mantuviera en secreto.